Dueña del primer gimnasio infantil: “No hacemos niños tipo Rambo”
De lejos parecen juegos, por eso cuando los niños entran a la sala se encaraman altiro arriba de las coloridas máquinas. “Esa es la idea, incentivarlos de manera lúdica a hacer ejercicios”, cuenta Hila Florsheim-Barron, la guapa israelí que inauguró en Chile el primer gimnasio exclusivo para chicos.
Kathya Alegría
Dotado de bicicletas fijas, máquinas de baile, de ejercicios localizados, coordinación y hasta muro de escalada, B-Active -ubicado en La Dehesa- se suma a la tendencia mundial en contra del sedentarismo de la tele y los videojuegos. De hecho, en Maryland, Estados Unidos, hace un par de años el centro Youth Visions causó furor. Y a pesar de que el gimnasio chileno lleva menos de dos meses, ya tiene más de 70 inscritos que pagan 30 mil pesos mensuales por ir dos veces a la semana.
“Es para niños de 5 a 13 años. Yo tengo un hijo con necesidades especiales y cuando llegué a Chile no había máquinas de ejercicios infantiles. Ahí encargué éstas de Europa. Es que el tema de la Obesidad es complejo”, dice Hila.
¿Encontraste muy gordos a los chilenos?
Mmm, no tanto como los norteamericanos, ja. Pero tenemos dos casos de niños que llevan un mes y ya han bajado de peso, con supervisión de médicos. Cada niño tiene un monitor y el trabajo es individual para no generar competencia. Tampoco los pesamos, sólo los papás saben esos datos.
¿Cómo se portan los niños?
Bien, los papás los dejan y están una o dos horas acá. Ellos hacen los ejercicios concentrados, se miran al espejo, son como viejos chicos. A muchos les ha servido incluso para la autoestima, porque los habían rechazado en escuelas de tenis o fútbol.
Acá hacen ejercicios aeróbicos y de desarrollo psicomotor, nada de pesas, porque no hacemos niños Rambo.
Francisca tiene 11 años y está feliz: “Yo quería hacer gimnasia para estar sana, bonita y me encantó. Las máquinas son chicas y me he hecho varias amigas”. En tanto, Max tiene 8 años, pero ya se prepara para cuando tenga edad de buscar polola. “Me gustan el muro de escalar y las máquinas para los brazos, quiero sacar músculos como mi hermano”, dice.
La pinta
La mezcla niño-ejercicio no sólo es negocio para el primer gimnasio infantil. La tendencia ya ha sido captada también por algunas marcas de ropa deportiva.
Jaime Avayu, gerente general de Everlast, notó que “las niñitas quieren vestirse igual que su mamá cuando va al gimnasio. Entonces sacamos una colección para chicas de 10 a 16 años, calzas y polerones con estilo fashion, ya no tan infantil. Incluso, ahora trabajamos en una colección para niñas de 4 a 10 años, porque los papás están invirtiendo en ropa para ellas”.
Adidas no se queda atrás. “Para los niños tenemos las mismas camisetas y buzos que sus ídolos, en fútbol y tenis, y eso, sin duda, los motiva a hacer deporte”.
Fuente: Diario Las Últimas Noticias
8 de Abril de 2008