¿POR QUÉ DEBERÍAS DEJAR DE COMER ENTRE HORAS EN EL TRABAJO?

¿Recuerdas el trozo de pizza que te comiste en la reunión? ¿Los brownies de chocolate que trajo tu colega para curar la crisis del lunes?¿Qué tal el pastel de zanahoria para celebrar el retiro de John Doe, las galletas de mantequilla de maní en la cocina, las papas fritas horneadas que te ayudaron a pasar la tarde? La gente tiene que comer, y tiene sentido que los trabajadores que se pasan más tiempo en la oficina busquen las opciones más fáciles y accesibles. Desafortunadamente, esas opciones no siempre son las más saludables. Seamos honestos: eso fue dos trozos de pizza. ¿Y esas patatas fritas?

trabajo_comidaA la gente también le gusta comer, especialmente en la oficina, donde meter las cosas en la boca puede ser una distracción conveniente para trabajar en esa hoja de cálculo…o escribir un artículo. Pero, avanzando, los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) descubrieron que los adultos empleados obtienen casi 1.300 calorías a la semana de los alimentos y bebidas que ingieren en el trabajo. Los hallazgos enfatizan que varios estadounidenses comen en la oficina, a menudo gratis, y que comen cosas que pueden agregar muchas calorías vacías.

Stephen Onufrak, el autor principal, dijo que la obesidad es un problema y cree que el enfoque de la prevención debe ser integral. El lugar de trabajo, apuntó, es un lugar para comenzar.

“Con la actual epidemia de obesidad, creo que realmente necesitamos abordar el problema a través de múltiples enfoques”, recalcó Onufrak, epidemiólogo de la División de Nutrición, Actividad Física y Obesidad de los CDC. “No creo que haya ninguna solución específica, creo que es importante mejorar los alimentos que las personas obtienen en entornos diferentes”.

Onufrak presentó la investigación hace pocos días en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición en Boston. Todavía no se ha publicado en una revista.

Los investigadores examinaron datos de la Encuesta de Adquisición de Alimentos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) y descubrieron que entre los 5.222 adultos trabajadores encuestados en el país, el 22% obtenía alimentos y bebidas en su puesto, al menos, una vez durante un período de 7 días. Luego, los estudiosos analizaron los productos, algunos de los cuales se compraron en cafeterías o máquinas expendedoras situadas en la empresa, y otras se obtuvieron en áreas comunes.

Eso se tradujo en un promedio de 1.277 calorías adicionales, según el estudio. Los investigadores de los CDC también descubrieron que era más común para las personas obtener la comida gratis que comprarla.

Los investigadores compararon alimentos y bebidas obtenidos en el lugar de trabajo con el índice de alimentación saludable del USDA, que mide la calidad de la dieta, y encontraron que “los alimentos de trabajo son altos en calorías vacías, sodio y granos refinados y bajos en granos enteros y fruta”. Eso sería refrescos, brownies, galletas, tortas, pasteles y pizzas, que suponen la principal fuente de calorías entre los alimentos de trabajo, según Onufrak, el autor principal del estudio.

Rachel Lustgarten, dietista registrada de Weill Cornell Medicine, comentó que las personas que pasan más tiempo en el trabajo tienden a buscar los alimentos que son más accesibles para ellos. Pero, en general, los refrigerios almacenados en refrigeradores, despensas o máquinas expendedoras comunes tienen poco valor tradicional. De hecho, manifestó Lustgarten, son alimentos altamente procesados con alto contenido de grasa, azúcar y sodio.

Aunque estos alimentos y bebidas pueden ser una solución rápida para la depresión de las 3 de la tarde, Lustgarten dijo que las opciones poco saludables mezcladas con trabajos de escritorio sedentarios pueden conducir a condiciones de salud adversas, como el aumento de peso no deseado.

“Las oficinas, en general, tienen la oportunidad de influir en la salud”, argumentó el experto. Agregó que los empleadores que ofrecen bocadillos pueden hacer sustituciones simples: frutas frescas, nueces y galles integrales, y acceso a una fuente de agua que proporciona agua caliente y fría.

Los autores del estudio subrayaron que los empleadores también podrían usar programas de bienestar en el lugar de trabajo para alentar a los trabajadores a comer de manera más saludable, especialmente mientras están en su puesto.

“Dado que descubrimos que muchos de los alimentos obtenidos por los empleados eran gratuitos, los empleadores también pueden considerar políticas de reuniones saludables para alentar las opciones de alimentos saludables en reuniones y eventos sociales”, sostuvo Onufrak en un comunicado de prensa. En esa línea apuntó que tales programas de bienestar “tienen el potencial de llegar a millones de estadounidenses que trabajan y se ha demostrado que son efectivos para cambiar los comportamientos de salud entre los empleados, reducir el ausentismo y reducir los costos de atención médica”.

Fuente: https://www.washingtonpost.com (03-07-18)