Descubren bacterias que afectan sólo a niños con obesidad
GUADALAJARA, JALISCO (03/FEB/2013).- Expertos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) encontraron que las bacterias que habitan el colon de los niños obesos son diferentes a las de aquellos sin problemas de peso. Esta información podría servir para identificar qué tipo de bacterias podría ayudar al desarrollo de alimentos probióticos capaces de bajar de peso.
Para el estudio, los científicos tomaron muestras de los niños de preescolar del mismo Cinvestav, quienes llevan una dieta controlada, aunque algunos de ellos presentaban obesidad.
Los investigadores, encabezados por Carlos Hoyo, del Departamento de Farmacología, analizaron los ácidos grasos de cadena corta producidos por las bacterias del colon: ácido butírico, ácido propiónico y ácido acético.
Actualmente se sabe que estas sustancias tienen un efecto que ayuda a bajar de peso. El ácido propiónico, por ejemplo, inhibe el apetito, pero en general son sustancias antinflamatorias, “y la obesidad es un tipo de inflamación”.
Además del análisis de ácido butírico hicieron una extracción del ADN para saber cuáles bacterias están presentes en los niños obesos y los sanos. De esta forma, encontraron que un perfil diferente de microorganismos, aunque sin saber con exactitud cuáles son.
Por ello, continuarán el estudio de los ácidos acéticos (que además revierte la resistencia a insulina) y propiónicos para identificar qué bacterias los producen y así agruparlas.
Hasta ahora no se habían encontrado especies de bacterias asociadas a la obesidad infantil, por lo que las evidencias obtenidas en el estudio resultan muy importantes.
“Lo ideal sería identificar un coctel de todas estas bacterias benéficas para hacer productos como un yogurt que nos ayudará a bajar de peso, ya que los microorganismos producirían niveles importantes de ácidos grasos de cadena corta que requerirían además de una dieta rica en fibra (que es la que se termina convirtiendo en los ácidos)”.
Cabe destacar que el estudio se realizó sólo en población infantil, por lo que los investigadores advierten que tendrían que compararse si el fenómeno se repite con los adultos. Lo importante de este avance, apunta, se enmarca en el problema de obesidad infantil del país, donde México ocupa el primer lugar en el mundo.
Crear un yogurt “sería fantástico”, dice el científico, pero no es la única forma de aplicar las bacterias que buscarán caracterizar. De acuerdo con el investigador del Cinvestav, el proyecto no busca desarrollar un fármaco exactamente, aunque se podrían inventar un análogo para producir ácido butírico y desarrollar un supositorio, por ejemplo.
La investigación en la que participaron Dora Garnica y Jaime García Mena, también del Cinvestav, obtuvo el premio de investigación de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) en 2012.
Fuente: http://www.informador.com.mx
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