EL TRATAMIENTO QUE PROMETE DISMINUIR AMPUTACIONES POR DIABETES
A simple vista podría ser un tratamiento dermatológico o dermocosmético, pero no. Cupersan, la primera creación de la startup Cuperscience, promete ser lo más cercano a un milagro para quienes padecen de una diabetes avanzada con graves consecuencias.
Serán unas 100 personas, en 10 centros de salud a lo largo de Chile, las que podrán probar la efectividad y ver la evolución positiva de las úlceras de pie diabético, una clásica consecuencia de esta enfermedad, y vivir en carne propia cómo Cupersan, un tratamiento único en el mundo, realizado a base a cobre y aloe vera, logra en corto tiempo curar estas, hasta ahora, intratables heridas.
La diabetes obliga a realizar cerca de 2.000 amputaciones anuales en Chile como consecuencia de heridas crónicas que nunca cicatrizaron, cuenta Rafael Méndez, Director Ejecutivo de Cuperscience. Además, hay más de 80 mil diabéticos que sufren de úlceras de pie y que están en permanente tratamiento, lo que significa costos altísimos para el sistema público.
El objetivo de Cupersan, junto con sanar estas heridas y evitar una amputación, es presentar a los médicos una nueva solución creada con productos 100% desarrollados en Chile, un novedoso producto que espera cambiar la vida de muchas personas.
Del yodo al cobre
La historia de Cupersan empezó en el rubro veterinario en 2012, cuando Rafael Méndez, ingeniero en biotecnología, debió buscar un reemplazo para el yodo, elemento fundamental en un remedio que utilizaban para evitar la mastitis en las ubres de las vacas. Lo que ocurrió fue que, con el terremoto del 2011 en Japón y tras el desastre nuclear de Fukushima, el precio del yodo se multiplicó por seis, por lo que había que encontrar algo que pudiese cumplir el rol de bactericida que tiene el yodo, y ese fue el cobre.
Cuando comenzaron a utilizar este nuevo producto en base a cobre para la mastitis de las vacas, los veterinarios se dieron cuenta que las típicas heridas en las ubres de estos animales comenzaban a sanar rápidamente.
Sin embargo, dice Rafael, el momento clave y que llamó su atención, fue cuando un grupo de veterinarios que recogía perros de la calle y que había pedido acceso a este remedio para la mastitis, les informó que las heridas de los perros también estaban sanando. Fue ahí cuando Rafael Méndez notó que había algo especial en el cobre, y decidió comenzar a investigar qué era y qué se podía hacer. “Esto hay que llevarlo a los humanos”, pensó, y así llegó a las úlceras de pie diabético.
Cuando la investigación ya estaba hecha, en 2014, se acercaron a la Asociación de Diabéticos de Chile a mostrarles su trabajo y a proponerles probar este producto en enfermos y, además, se lo presentaron al comité de ética del Hospital del Salvador, con excelentes resultados.
Después, los contactó una incubadora de negocios que se llama Ganeshalab y que, como especifica Rafael, los han ayudado muchísismo. “Nosotros vinimos del mundo de la ciencia y no conocíamos nada sobre cómo emprender, por lo tanto su ayuda ha sido esencial”, cuenta.
Dos etapas para la diabetes
¿Cómo son las úlceras de pie diabético? Es una infección que se forma en el pie, explica este ingeniero en biotecnología, en el que los microorganismos se organizan formando biofilms bacterianos, que son una especia de “bunker” en los que se resguardan las bacterias y están constituidos de una sustancia polimérica extracelular que impide el ingreso de anticuerpos y antibióticos, garantizando la supervivencia de los patógenos allí alojados. Por eso, explica Rafael Mémdex, es tan complejo combatir estas heridas. Y, para poder eliminarlos, es necesario debilitar dicha sustancia, propiedad que Cupersan tiene.
¿Cómo lo logra? Este innovador tratamiento se realiza en dos etapas. En la primera, se debe aplicar directo a la herida, Cupersan Clean, un spray que contiene tensoactivos capaces de penetrar estos biofilms bacterianos y tiene la capacidad de contribuir a la labor de limpieza del complejo cobre-ácido láctico. Adicionalmente, favorece al desprendimiento del tejido esfacelado.
En su segunda etapa y con el fin de mantener baja la carga bacteriana de la herida, se debe aplicar Cupersan Gel, un hidrogel de tono verdoso, con alto poder adhesivo que se puede utilizar como una compresa en heridas infectadas que concentra los iones de cobre, así como también, la humedad en la herida.
En heridas crónicas con altos niveles de proteasas, este tratamiento es capaz de revertir la maceración de la herida y reactivar el proceso de cicatrización. “Las úlceras de pie diabético tienen niveles exacerbados de esta encima (proteasa) que degradan del tejido muerto y también degradan el tejido de viene creciendo, y Cupersan es capaz de detener el avance de las proteasas”, explica Rafael Méndez sobre el método de acción de este procedimiento sobre este tipo de heridas.
Proyectando la comercialización
Rafael Méndez cuenta que ya tienen el laboratorio farmacéutico que va a realizar su producto y Cuperscience, su empresa, está inscrita en el Instituto de Salud Pública para comercializar este producto. “Pero antes, queremos contratar estos 10 centros de atención y regalar este tratamiento a 100 personas que lo necesiten”, agrega.
En relación a la inversión, en Cuperscience están contentos, porque han tenido excelentes respuestas. Se han sorprendidos de la cantidad de interesados que quiere ayudar, “se nos han acercado muchas personas porque esto tiene un impacto social muy grande”, deduce Méndez.
Actualmente, el tratamiento ha sido aplicado en más de 50 pacientes y hay un estudio clínico desarrollado junto a la Asociación de Diabéticos de Chile, donde se trataron 30 pacientes con muy buenos resultados.
En el mundo ocurre una amputación cada 20 segundos, como consecuencia de heridas que no cerraron, señala Méndez, “y las expectativas son muy buenas, sabemos que el tratamiento funciona muy bien, tenemos incluso un caso documentado de un pie diabético con una herida grado 5 que se salvó… estuvieron a punto de amputarle el pie y lo único que les faltaba probar era con Cupersan (…) A los pocos días de comenzar el tratamiento la herida empezó a cerrar y a los tres meses la herida había sanado”, cuenta sobre uno de sus casos más exitosos ocurrido en un hospital de Villarrica.
Finaliza muy esperanzado sobre las nuevas proyecciones del poder del cobre a nivel mundial: “En un tiempo más vamos a poder salir como país y decir que Chile no solo vende cobre y cables, sino que ahora también innovación en salud en case a este elemento químico”.
Fuente: https://www.latercera.com (25-11-19)