Empresas se unen preocupadas por la Obesidad y sus costos
En nuestro país, la Obesidad y el sedentarismo alcanzan cifras alarmantes. Según el Ministerio de Salud, unos 3,4 millones de chilenos sufren Obesidad y el 18% de los escolares son obesos. En adultos esa cifra se dispara al 22%. Como si esto fuera poco y para añadir más a la balanza, el 38% de los chilenos presenta sobrepeso y el 90% de éstos muestra hábitos sedentarios y no se mueven del escritorio desde que entran hasta que salen del trabajo, situación que repercute fuertemente al interior de las empresas.
Andrés Mancini E.
Sobre este aspecto, Pablo Vidal, director de proyectos de AccionRSE, entrega distintos puntos de vista que arroja el balance 2007 del proyecto “NutriRSE” y plantea que “los grandes temas son el aumento en los problemas de salud y el ausentismo laboral. Se comienzan a transformar en costos que no necesariamente están planificados, sobre todo para una pequeña empresa en donde el costo de oportunidad de cambiar una persona o suplirla es mucho más alto que en una gran compañía. Desde la mirada de la empresa, quien pensó que la Obesidad y el sedentarismo no tenían nada que ver, se dará cuenta que influye en la gestión”.
“NutriRSE” es un proyecto de Responsabilidad Social Empresarial que partió el año pasado, tras el cual se asoció la empresa privada y el sector público, generando proyectos por una inversión de US$ 2,2 para disminuir los gruesos niveles de Obesidad y sedentarismo. Las diez empresas comprometidas llevan a cabo 12 iniciativas, cuyo alcance abarca a 177 comunas y más de 250 mil personas intervenidas hasta la fecha.
AccionRSE representa empresas proveedoras y elaboradoras de productos, junto a las cuales investigó el tema, concluyendo que efectivamente la Obesidad es un problema que impacta a la comunidad y los trabajadores, dos grupos en los cuales grandes, medianas y pequeñas empresas tienen puestos sus ojos con vital interés.
¿Qué pasa con aquellos trabajos donde la persona pasa gran parte del día sentada?
Hay proyectos que se pueden aplicar para evitar el sedentarismo al interior de la compañía. En algunas empresas públicas y privadas se aplica la Pausa Activa. Una o dos veces a la semana, en el horario de trabajo cotidiano, se da un tiempo de unos 20 minutos para ejercicios. Éstos apuntan a mover la musculatura y los espacios del cuerpo que, por la lógica cotidiana del trabajo, se empiezan a atrofiar. Este tipo de ejercicio no sólo tiene una repercusión directa en lo que significa la salud física, son elongaciones que generan tensión en los músculos y eso sirve.
Y en la mente
“La otra repercusión tiene que ver con la mejora de la salud síquica de las oficinas. Es una obligación detener el trabajo que se está haciendo, por más urgente que parezca. En una sala común o en la oficina todos hacen estos ejercicios de elongación. Los manuales de pausas activas dicen que se debe ocupar el módulo de trabajo, de pronto todo el escritorio se transforma en un pequeño gimnasio”, ejemplifica Vidal.
Fuente: Diario Las Últimas Noticias
28 de Enero de 2008