Estudian la transmisión de la obesidad de madre a hijo en útero
Kathy Perusse (centro), quien bajó 55 kilos con una operación estomacal, posa con sus hijos David (izq) y Anne Marie, nacidos antes de la intervención. Otros dos hijos nacidos después de la intervención no tienen por ahora problemas de obesidad. (AP Photo/The Canadian Press, Paul Chiasson)
Cuando Kathy Perusse se sometió a una operación para adelgazar y bajó 55 kilos, probablemente haya hecho algo más que mejorar su calidad de vida.
La mujer, que ya tenía dos hijos obesos, podría haber reducido las posibilidades de que los otros dos vástagos que dio a luz después de la operación heredasen su misma propensión a la gordura.
Algunas investigaciones hacen pensar que algo en el útero de una mujer puede determinar si sus hijos serán gordos. No es necesariamente una cuestión genética, sino un fenómeno misterioso, del que se sabe poco y al que los científicos le están buscando explicación.
“Se están acumulando pruebas de que este es un tema que hay que investigar”, afirmó el doctor Matthew Gillman, de la facultad de medicina de Harvard y quien estudia las formas de prevenir la obesidad.
“Podría ser un factor importante”, agregó Robert Waterland, del Baylor College of Medicine de Houston, quien estudia este fenómeno en los ratones.
Rudy Leibel, experto en obesidad de la Columbia University, tiene sus dudas, pero admite que vale la pena estudiar el asunto, pues, de encontrarse un mecanismo biológico que incide en la gordura, se podrían buscar formas de evitar la obesidad.
Perusse, de 39 años, residente en Three Rivers, Quebec, mide 1,58 metros y llegó a pesar 129 kilos antes de la operación. No podía andar en bicicleta ni subir el segundo piso de su casa sin descansar.
Todavía está excedida de peso, pero ya no tiene esas limitaciones.
Sus dos hijos mayores, no obstante, libran una batalla contra la obesidad. Su hija de 22 años mide 1,60 metros y pesa 136 kilos, y no puede bañar a sus dos hijos, según Perusse. También tiene un hijo de 16 años que mide 1,72 y pesa 104 kilos.
Ambos nacieron antes de su operación. Sus dos hijas menores, de cuatro y siete años, nacieron después y hasta ahora tienen pesos normales. Perusse hace notar, no obstante, que sus hijos mayores también tenían pesos normales de niños.
La mujer apela a una dieta y ejercicios para combatir lo que llama “genes malos”, incluidos los del padre, quien pesa 181 kilos. Dice que no es optimista.
Pero el doctor John Kral, del SUNY Downstate Medical Center de Nueva York, afirma que sus estudios indican que las mujeres que bajan de peso antes del embarazo podrían estar ayudando a que sus hijos no tengan tantos problemas de obesidad, por más que la gordura sea un asunto genético en su familia.
Kral y otros investigadores del Laval Hospital de Quebec observaron a niños de mujeres obesas nacidos antes y después de las operaciones para adelgazar y comprobaron que los nacidos después de las intervenciones tenían menos probabilidades de ser obesos.
Notaron asimismo que tenían menos grasa en la sangre y menos indicadores de futura diabetes.
Kral dice que las familias generalmente no cambian su dieta o su estilo de vida después de las operaciones, por lo que eso no puede explicar el fenómeno.
Añade que las operaciones estomacales hacen que a las mujeres les cueste más digerir y absorber las grasas y bajan los niveles de azúcar y de grasa en la sangre. Esto, a su vez, hace que mermen las calorías que le pasan a los fetos.
Bajar de peso antes del embarazo también ayuda.
Si bien todavía no hay explicaciones científicas para el traspaso de la obesidad de madre a hijo en el útero, una teoría lógica es que la obesidad de la madre afecte el peso del hijo al dar forma a los circuitos del cerebro que controlan el equilibrio entre las calorías que se consumen y las que se queman, según Waterland.
También es posible que la madre traspase una predisposición a producir más células que almacenan grasa.
Waterland especula que la obesidad podría afectar el funcionamiento de algunos genes y facilitar la acumulación de grasas.
En todo caso, mientras continúan las investigaciones, los científicos recomiendan a las mujeres obesas bajar de peso antes de quedar embarazadas y tratar de controlar el peso durante el embarazo.
Fuente: AP / NUEVA YORK, EU.