La clave para perder peso son las calorías, no la proteína ni los carbohidratos, según un estudio
Diabéticos obtuvieron beneficios similares de una dieta baja en grasa que enfatizaba las proteínas o los carbohidratos
Controlar las calorías es el ingrediente principal para los diabéticos que buscan perder peso, y las dietas ricas en proteínas y las ricas en carbohidratos son igual de eficaces, afirman investigadores.
“Creo que este estudio plantea dos mensajes claves”, aseguró el autor líder del estudio Jeremy D. Krebs, profesor principal de la facultad de medicina y ciencias de la salud de la Universidad de Otago en Wellington, Nueva Zelanda. “El primero es que no importa qué dieta recetemos, para la gente es extremadamente difícil sostener los cambios respecto a su dieta habitual por mucho tiempo. Pero si pueden seguir una dieta rica en proteínas o rica en carbohidratos, pueden lograr una pérdida modesta de peso”.
Krebs dijo que el primer mensaje da flexibilidad y permite a las personas elegir el método más adecuado para ellas e “incluso cambiar entre dietas cuando se aburren”.
El segundo punto “es que las personas con diabetes, si pueden adherirse a una de las dietas y alcanzar la pérdida de peso, obtienen beneficios en términos del control de su enfermedad y el riesgo cardiovascular”, añadió.
Krebs y colegas presentaron su informe el domingo en la reunión de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) en San Diego.
Para comparar los beneficios potenciales de dos métodos dietéticos populares, los autores dieron seguimiento a casi 300 mujeres y hombres con sobrepeso entre los 35 y 75 que estaban en un nuevo programa nutricional de dos años de duración.
En primer lugar, todos los participantes tenían un índice de masa corporal (IMC) mayor de 27, lo que quería decir que tenían un sobrepeso moderado, y todos sufrían de diabetes tipo 2.
Los investigadores asignaron aleatoriamente a los participantes a uno de dos grupos, uno bajo en grasas y rico en proteína, y otro bajo en grasas y rico en carbohidratos.
En la primera mitad del año, todos asistieron a sesiones grupales semanales lideradas por un dietista. En los siguientes seis meses, las sesiones fueron mensuales.
Se midió el peso y la circunferencia de la cintura a los seis meses, al año y dos años después. También se evaluaron la función renal y los perfiles de lípidos (grasas en la sangre) de forma constante.
Según diarios alimentarios, la ingesta calórica total se redujo en ambos grupos. En última instancia, ambos grupos perdieron una cantidad parecida de peso y redujeron sus cinturas más o menos en la misma medida, encontraron los investigadores. Y para finales del periodo de dos años, ambos grupos tenían perfiles similares de grasas en la sangre.
Krebs y colegas concluyeron que su experimento de la “vida real” demostró que ambos métodos confieren beneficios similares, y que el factor principal responsable de la pérdida de peso sostenida es la reducción calórica en lugar de consumir muchos carbohidratos o muchas proteínas.
Lona Sandon, dietista registrada y profesora asistente de nutrición clínica del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas, dijo que las observaciones “no son nada sorprendentes”.
“Es bastante coherente con otras investigaciones que han llevado a cabo comparaciones a largo plazo en la población general”, señaló. “En los primeros seis meses se podría observar un beneficio ligeramente mejor con el método rico en proteínas. Pero a largo plazo, los beneficios iniciales de una dieta rica en proteínas parecen disminuir, y las dos dietas terminan siendo esencialmente equivalentes”, explicó Sandon.
“La moraleja es que para perder peso, lo importante son las calorías”, añadió Sandon. “No de dónde provienen las calorías. Hay que crear un déficit energético para poder perder peso, y eso sucede al reducir las calorías. Se ha demostrado una y otra vez”.
Los expertos señalan que las investigaciones presentadas en reuniones médicas se consideran preliminares porque no han sido sujetas al riguroso escrutinio requerido para la publicación en una revista médica revisada por pares.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Jeremy D. Krebs, senior lecturer, school of medicine and health sciences, University of Otago, Wellington, New Zealand; Lona Sandon, R.D., assistant professor, clinical nutrition, University of Texas Southwestern Medical Center at Dallas; June 24-28, 2011, American Diabetes Association annual meeting, San Diego