REFLEXIONES SOBRE EL EFECTO DE LOS DISRUPTORES ENDÓCRINOS EN LA SALUD
¿Qué son los disruptores endócrinos?
Los disruptores endócrinos son sustancias que se encuentran en el ambiente, en la comida o en los productos de uso diario que de una forma u otra interfieren en cualquier aspecto de la acción hormonal y que pudieran generar alteraciones funcionales o incluso enfermedad.
¿Cuál es su capacidad para producir enfermedad?
Como sabemos, los sistemas hormonales del organismo son complejos, ya que se requiere de una serie organizada y regulada de mecanismos para la secreción, transporte, metabolismo y acción tisular de la hormona. En particular, conocemos que la función hormonal está determinada por su interacción con receptores específicos que provocarán una complicada señalización que culminará en un efecto. Por ende, es muy probable que para que un disruptor endócrino produzca alteraciones de consideración, sea necesario una compleja interacción con receptores hormonales y por ello, los patrones de cambios serán necesariamente distintos a los del ligando natural. Esta diversidad e imprevisibilidad en los efectos asociados a los disruptores endócrinos hace difícil su estudio.
Ahora, el punto clave de cada disruptor endocrino, y por obvios motivos lo que más preocupa al público en general, es la cuestión del riesgo potencial de disfunción hormonal o de enfermedad causada por tales sustancias. Dicho riesgo depende de una gran cantidad de factores como la potencia de la sustancia, sus productos metabólicos, el grado y periodo de exposición a la misma, así como las condiciones de un individuo determinado, es decir, la edad, el genotipo, las comorbilidades, etcétera. Por ejemplo, el bisfenol A (BPA) es un químico utilizado por múltiples industrias en empaquetado de alimentos, juguetes, entre otras aplicaciones. Se ha considerado que dada su ubicuidad, los seres humanos estamos expuestos a él de forma continua (se calcula que alrededor del 93% de los estadounidenses poseen niveles detectables de BPA en la orina). Este agente es estrogénico, posee una muy baja afinidad por los receptores nucleares de estrógeno, por lo que se ha sugerido que a los grados de exposición ambiental, el riesgo de alteraciones endócrinas es pequeño. Sin embargo, se han reportado cambios en el sistema reproductor femenino de ratones que se han expuesto a dosis bajas continuas de BPA en su desarrollo temprano. Este ejemplo muestra lo complicado que resulta en establecer el riesgo de un disruptor endócrino, ya que se necesita considerar una serie de factores para ayudar a dilucidar esta situación.
Se han propuesto una gran cantidad de sustancias como disruptores endócrinos, de ellos, las más reconocidas son el ya comentado BPA, los ftalatos (plastificantes), la atrazina (un herbicida), el DDT (un insecticida), los policlorobifenilos (químicos industriales) y muchos más. Estas sustancias están siendo estudiadas en el contexto de trastornos endócrinos como obesidad, diabetes mellitus, distiroidismo, alteraciones en el aparato reproductor femenino, entre otros.
Se ha sugerido que existen productos químicos disruptores del metabolismo, estas sustancias afectan de una forma u otra la homeostasis energética, favoreciendo la aparición de trastornos como obesidad y diabetes. Estos disruptores pudieran afectar el transporte de energéticos en el intestino, alterar la microbiota, trastornar el gasto energético o actuar en los órganos encargados de almacenar energía como el hígado, el músculo y tejido adiposo. Otros estudios han teorizado en que en que pueden perturbar la función de secreción pancreática y acción de la insulina.
Por otra parte, diversos disruptores han mostrado que pueden modificar procesos del desarrollo ovárico en modelos animales, generando cambios funcionales y estructurales del sistema reproductor femenino. También, se han asociado a padecimientos como síndrome de ovario poliquístico, endometriosis entre otros. Asimismo, algunos experimentos animales han enseñado que algunos disruptores pueden generar alteraciones en la estructura y función del sistema reproductor masculino, particularmente a nivel de la próstata.
En relación a la función tiroidea, algunas sustancias como los policlorobifenilos, ftalatos, BPA y perclorato han generado reducciones de las concentraciones de hormona tiroidea en modelos animales, pero los mecanismos de estos han sido variados.
Punto de vista
Este tema ha ganado mucha atención en los últimos 10 años. Por la evidencia acumulada, es razonable sostener que hay sustancias que pueden funcionar como disruptores endócrinos y por ende, se necesita establecer con certeza la dosis y exposición necesaria para generar alteraciones o enfermedades endócrinas, situación que hace necesario su estudio exhaustivo. Aun así, los datos que ya se están obteniendo hacen necesario que éste tema sea discutido dentro de la esfera científica, médica y de regulación de la industria encargada de producir estas sustancias.
Les agradezco su atención, soy José Gotés para Medscape en Español.
Fuente: http://espanol.medscape.com (16/08/17)