Si la madre es víctima de abuso, el riesgo de obesidad infantil podría aumentar
Una investigación reciente sugiere que los niños cuyas madres son víctimas de abuso están en mayor riesgo de ser obesos a los cinco años de edad.
En el estudio participaron cerca de 1,600 niños nacidos entre 1998 y 2000. Sus madres fueron entrevistadas al momento del nacimiento de los niños y luego al año, a los tres y a los cinco años. Se tomaron medidas de estatura y pesos cuando los niños tenían 3 y 5 años.
Los investigadores hallaron que más de 49 por ciento de las mujeres informaron sobre algún tipo de violencia en la pareja y 16.5 por ciento de los niños eran obesos a los cinco años. Los niños cuyas madres fueron víctimas de abuso tenían más probabilidades de ser obesos para los cinco años, comparados con los niños cuyas madres no experimentaron ese tipo de violencia. La relación entre obesidad y madre maltratada fue más intensa en las niñas que en los niños, y también entre los niños cuyas madres aseguraron vivir en barrios inseguros.
Podría haber varias razones para esta asociación, según anotaron en su informe los autores del estudio, que aparece en la edición de junio de la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.
“Primero, si la violencia en la pareja influye sobre la receptividad de la madre a las necesidades socioemocionales del niño, las prácticas de alimentación podrían verse afectadas”, escribieron la Dra. Renee Boynton-Jarrett y sus colegas de la Facultad de medicina de la Universidad de Boston. “En segundo lugar, presenciar la violencia familiar podría relacionarse con perturbaciones emocionales y con técnicas para sobrellevarlas relacionadas con las emociones por medio del uso de alimentos para tranquilizarse y enfrentar emociones negativas”.
Los autores del estudio sugirieron que también es posible que la alteración al principio de la infancia del sistema neuroendocrino, que afecta las hormonas y el sistema nervioso central, podría incrementar el riesgo de trastornos alimentarios y cambios en la manera en que el organismo almacena y distribuye la grasa.
“Los profesionales médicos y de salud pública deben tener en cuenta el impacto de la violencia familiar sobre el riesgo de obesidad por violencia familiar al diseñar e implementar intervención primarias de prevención de la obesidad”, concluyeron los investigadores.
“Las intervenciones para prevenir la violencia en la pareja, sobre todo las dirigidas a educar a los adolescentes sobre relaciones saludables antes de tener hijos, podrían tener una función crucial para prevenir la obesidad al principio de la infancia. Además, las intervenciones dirigidas a mejorar la seguridad de los vecindarios podrían lograr algo de reducción de la obesidad, incluso entre los expuestos a la violencia familiar”, escribieron los autores del estudio.
Fuente: HealthDay News/DrTango
Referencia: Boynton-Jarrett R, Fargnoli J, Suglia SF ,et al. Association Between Maternal Intimate Partner Violence and Incident Obesity in Preschool-Aged Children: Results From the Fragile Families and Child Well-being Study. Arch Pediatr Adolesc Med 2010;164:540-546.