UNA DIETA ALTA EN SAL CONTRIBUYE AL ENDURECIMIENTO DE LAS ARTERIAS EN PERSONAS NORMOTENSAS
Cuanta más sal ingieran las personas, mayor es la carga de placas ateroscleróticas en las arterias y, con ello, el incremento del riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Por ello, recomiendan minimizar el consumo. Hay evidencia de que una elevada ingesta de sal está relacionada con la obstrucción de las arterias y, por ende, con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular por la aterosclerosis generada, un estrechamiento de las arterias con depósitos llamados placa.
El flujo sanguíneo se ve afectado en las arterias que suministran sangre al corazón y al cerebro, lo que aumenta los riesgos de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. De ello trata un estudio publicado en “European Heart Journal-Open”, una de las publicaciones oficiales de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés.) “Se trata del primer trabajo en examinar la asociación entre un alto consumo de sal y la aterosclerosis tanto en el corazón como en las arterias del cuello”, afirmó el autor del estudio, el Dr. Jonas Wuopio, del Karolinska Institutet, Huddinge and Clinical Research Center, Falun, Uppsala University, Suecia. “La asociación fue lineal, lo que significa que el sucesivo aumento en el consumo de sal se vinculó con más aterosclerosis. Los hallazgos se aplicaron, incluso, a niveles normales de presión arterial, lo que sugiere que la sal podría ser dañina incluso antes del desarrollo de la hipertensión”. Por lo general, es difícil estimar cuánta sal se ingiere, por ello el autor del trabajo sugiere dos actuaciones para ayudar a reducir el consumo. Una es limitar el uso de sal de mesa, ya que se ha relacionado con la salud cardiovascular. El otro es reemplazar la sal, que es 100% cloruro de sodio, con un sustituto de la sal que contenga 70–80% de cloruro de sodio y 20–30% de cloruro de potasio. Estudios bien realizados han demostrado que este enfoque es beneficioso para la salud del corazón. Ello se adecúa al consejo de la Organización Mundial de la Salud y de otras sociedades médicas de minimizar el consumo de sal a una cucharadita al día.
El análisis incluyó a 10.778 adultos de 50 a 64 años pertenecientes a un estudio sueco de bioimagen cardiopulmonar (SCAPIS), el más grande de población general que evalúa la angiografía por tomografía computarizada coronaria (CCTA). Se midió la excreción urinaria de sodio para estimar el consumo de sal. CCTA se utilizó para obtener imágenes en 3D de las arterias del corazón para dos mediciones. Primero, la cantidad de calcio en las arterias, resumida como la puntuación de calcio arterial coronario (CACS) en cinco categorías (0, 1-9, 10-99, 100-399, más de 399), donde un valor más alto indica una mayor riesgo de infarto de miocardio. En segundo lugar, las obstrucciones (estenosis) de los vasos del corazón, clasificadas como sin estenosis, estenosis no significativa (menos del 50% de estrechamiento) y estenosis significativa (más del 50% de estrechamiento).
La edad promedio de los participantes fue de 58 años y el 52% eran mujeres. Los investigadores analizaron la asociación entre los aumentos incrementales en el consumo de sal y la aterosclerosis después de ajustar por edad, sexo y lugar de estudio. El aumento del consumo de sal se vinculó con el aumento de la aterosclerosis de forma escalonada tanto en el cuello como en las arterias del corazón. Cada aumento de 1.000 mg en la excreción de sodio se asoció con una probabilidad 3%, 4% y 4% mayor de una categoría más grave en las mediciones de placa carotídea, CACS y estenosis de la arteria coronaria, respectivamente.
“Los resultados muestran que mientras más sal comen las personas, mayor es la carga de placas ateroscleróticas en las arterias del corazón y el cuello. El aumento de la presión arterial debido a un alto consumo de sal parece ser un mecanismo subyacente importante para estos hallazgos. Curiosamente, los resultados fueron consistentes cuando restringimos nuestros análisis a participantes con presión arterial normal (por debajo de 140/90 mmHg) o a aquellos sin enfermedad cardiovascular conocida. Esto significa que no solo los pacientes con hipertensión o enfermedades del corazón deben controlar su consumo de sal”, concluyó el Dr. Wuopio.
Fuente: https://www.immedicohospitalario.es (03-04-23)