COVID-19 E INHIBIDORES DEL SISTEMA RENINA – ANGIOTENSINA

Un nuevo artículo publicado en la revista JAMA Network en abril de 2020 aborda el uso de una categoría ampliamente utilizada de medicamentos cardiovasculares en pacientes con COVID-19 con hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares (ECV). Estas son las afecciones médicas más comunes que se encuentran en los pacientes con COVID-19 y contribuyen de manera desproporcionada a la mortalidad.

El coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) se ha extendido rápidamente por todo el mundo, afectando a más de 1,27 millones de personas y matando a casi 70.000 hasta la fecha.  Millones más están en riesgo. Las posibilidades de morir por esta enfermedad son tan altas como 11%, 7% y 6% en pacientes con ECV, diabetes e hipertensión.

Una clase de medicamentos que se usa ampliamente en estos pacientes es la clase bloqueadora del sistema renina-angiotensina (SRA). Estos incluyen los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARA). El punto de vista incluye información sobre los mecanismos de acción, que pueden contribuir a la utilidad de estos medicamentos, la orientación actual sobre su uso en pacientes con COVID-19 y futuras áreas de investigación.

El virus y el receptor.

El virus que causa COVID-19 se une a un receptor de la superficie celular llamado receptor de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) 2, para ingresar a las células objetivo. Estos receptores abundan en las células epiteliales de muchos tejidos humanos: pulmón, intestino, corazón, riñones y vasos sanguíneos. También hay otra forma de ECA2, una soluble que se encuentra en la sangre.

ECA2, como ECA, divide la angiotensina I en angiotensina II, para unirse y activar el receptor de angiotensina II, lo que conduce a vasoconstricción, inflamación y oxidación. Sin embargo, a diferencia de la ECA, también descompone la angiotensina II en otras dos moléculas, una de las cuales tiene efectos antiinflamatorios, antioxidantes y vasodilatadores.

Se considera que los inhibidores de SRA, que incluyen IECA y ARA, tienen un impacto beneficioso sobre la insuficiencia cardíaca, la hipertensión y la cardiopatía isquémica. Un grupo de investigadores señala que los pacientes que son tratados con IECA o ARA tienen una mayor expresión de IECA2. Esto podría conducir a un mayor riesgo de infección con el virus.

Por otro lado, algunos investigadores han encontrado un mayor nivel de angiotensina II en la sangre de pacientes con neumonía por COVID-19. Piensan que la unión del virus a estos receptores puede reducir la actividad de la enzima residual, haciendo que la relación ECA / ECA2 se desequilibre. Esto podría aumentar el nivel de actividad de la angiotensina II, causando inflamación y lesiones en los pulmones y, por lo tanto, potencialmente aumentando el riesgo de lesión pulmonar aguda, que a menudo es mortal en esta afección. En este caso, los IECA / ARA podrían reducir este riesgo. Por sus efectos antiinflamatorios, también podrían prevenir la tormenta de citoquinas y la respuesta hiperinflamatoria que impulsa el síndrome respiratorio agudo severo (SARS).

Algunos científicos también se preguntan si estos medicamentos podrían inhibir la entrada viral en las células huésped al aumentar los niveles de ACE2 soluble, que competiría con el virus por los receptores y posiblemente evitaría la lesión pulmonar.

¿Qué dice la investigación existente?

Varios estudios pequeños de diseño variable también han demostrado que el uso de estos medicamentos mejora algunos resultados en pacientes gravemente enfermos con COVID-19. Un metaanálisis de 37 estudios mostró un menor riesgo de neumonía y muertes relacionadas con la neumonía en pacientes que recibían IECA o ARA. Otro pequeño ensayo controlado aleatorio doble ciego mostró menos días de soporte ventilatorio y más días vivos fuera de la unidad de cuidados intensivos con la administración de un IECA. Un estudio retrospectivo de Corea demostró que los pacientes con SARS tenían una mayor probabilidad de supervivencia si recibían IECA o ARA.

¿Cuál es el consenso con respecto a su uso?

Una serie de sociedades profesionales han emitido sus directrices sobre el uso de estos inhibidores de SRA en pacientes en riesgo o infectados con COVID-19. En esencia, todos dicen que se debe recomendar a los pacientes que toman estos medicamentos que continúen con ellos a menos que haya una razón aparente clínicamente dictada para cambiarlos. Por otro lado, los pacientes con COVID-19 pero sin hipertensión, diabetes o insuficiencia cardíaca, u otra condición clínica en la que estos medicamentos se hubieran prescrito, no deberían comenzar con estos medicamentos ya que hay una falta de evidencia de respaldo confiable como para su beneficio.

Investigación futura

El vínculo entre los mecanismos biológicos a través de los cuales actúan estos medicamentos y el receptor del virus en COVID-19 ha despertado curiosidad científica. Como resultado, se están planificando varios ensayos para evaluar el efecto de medicamentos específicos en pacientes infectados que no están lo suficientemente enfermos como para ser hospitalizados, así como pacientes hospitalizados infectados. Se requerirán urgentemente más ensayos para identificar si el uso de estos medicamentos puede reducir la mortalidad por lesión pulmonar aguda  o síndrome respiratorio agudo severo (SARS)  en COVID-19, independientemente de si estos medicamentos se hubieran prescrito de otro modo.

Fuente: https://www.news-medical.net

Referencia: Bavishi C, Maddox TM, Messerli FH. Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) Infection and Renin Angiotensin System Blockers JAMA Cardiol. Published online April 3, 2020.