GRASA PARDA: IMPLICACIONES EN LA OBESIDAD

El Lin Lab del MMRI cuantificó el número de células grasas pardas presentes en animales recién nacidos. Durante años, los investigadores han debatido sobre si la grasa parda continúa creciendo después del nacimiento. El Dr. Lin y su equipo se han convertido en los primeros en demostrar que sí. 

 La grasa parda, también conocida como tejido adiposo pardo, es un tipo especial de grasa que se “enciende” (se activa) cuando se enfría, para ayudar a mantener la temperatura corporal. Es importante destacar que la grasa parda es un combustible biológico que puede aumentar la tasa metabólica, disminuir el almacenamiento de grasa y, por lo tanto, disminuir la propensión a desarrollar obesidad. Curiosamente, anteriormente se pensaba que los individuos nacían con solo un número finito de células grasas marrones.

 Aquí, y por primera vez, una publicación reciente en la revista Scientific Reports identifica que la grasa parda puede seguir creciendo y dividiéndose, incluso después del nacimiento. Este hallazgo tiene importantes implicaciones; los científicos pueden intentar aumentar el número total de estas células para prevenir o reducir la aparición de la obesidad.

El Dr. Zhiqiang Lin, profesor asistente y autor principal del manuscrito, junto con su equipo de investigación en el Instituto de Investigación Médica Masónica (MMRI), cuantificaron el número de células grasas pardas presentes en animales recién nacidos. “Durante años, los investigadores han estado discutiendo si la grasa parda continúa creciendo después del nacimiento; ahora podemos decir con certeza que lo hace. Este descubrimiento abre una dirección completamente nueva para futuros avances. Nuestro próximo paso se centrará en identificar las señales de desarrollo responsables para el crecimiento de las células grasas pardas y determinar si podemos manipular la expresión génica para generar más “, dijo el Dr. Lin.

El cuerpo humano tiene dos formas principales de grasa: parda y blanca. La grasa parda actúa como un horno en el cuerpo, quemando energía y convirtiéndola en calor. La grasa blanca, por otro lado, funciona como un congelador, almacenando energía para su uso posterior. Cuando la energía que se consume excede la energía ejercida, se produce la obesidad. De hecho, es una consecuencia del desequilibrio energético: la grasa blanca almacena más energía de la que quema la grasa parda. Este manuscrito publicado es el primero en sugerir que la grasa parda continúa dividiéndose después del nacimiento, aunque solo por una pequeña ventana de 1-2 semanas. Con este conocimiento a mano, los investigadores ahora pueden cuestionar los mecanismos que permiten que la grasa parda crezca y potencialmente idear formas de continuar su propagación, como un medio para controlar el peso.

Fuente: https://medicalxpress.com

Referencia: Negron SG, Ercan-Sencicek AG, Freed J, et al. Both proliferation and lipogenesis of brown adipocytes contribute to postnatal brown adipose tissue growth in mice. Sci Rep. 2020 Nov 23;10(1):20335.