CUANDO SE TRATA DE OBESIDAD, EL PROBLEMA NO ES UN EXCESO DE GRASA SINO SU PÉRDIDA DE FUNCIÓN, ARGUMENTAN LOS INVESTIGADORES

Se sabe que la obesidad causa enfermedades cardiometabólicas como la hipertensión y la diabetes, pero atribuir estas enfermedades simplemente a un exceso de grasa es una simplificación. En un nivel básico, la grasa actúa como un receptáculo para almacenar energía, pero en una mirada más cercana es un actor esencial en procesos corporales vitales como la respuesta inmune, la regulación de la sensibilidad a la insulina y el mantenimiento de la temperatura corporal.

En una revisión publicada en la revista Cell el 3 de febrero, los investigadores argumentan que los efectos negativos de la obesidad en la salud se derivan no solo del exceso de grasa, sino de la disminución de su capacidad para responder a los cambios, o en otras palabras, de su plasticidad. La composición y funcionamiento de este tejido cambia en respuesta a las fluctuaciones de peso y al envejecimiento. A medida que la grasa disminuye en plasticidad debido al envejecimiento y la obesidad, pierde su capacidad de responder a las señales corporales. En el modelo actual de este fenómeno, el rápido crecimiento del tejido adiposo supera su suministro de sangre, privando a las células grasas de oxígeno y provocando la acumulación de células que ya no se dividen. Esto conduce a la resistencia a la insulina, la inflamación y la muerte celular, acompañada del derrame incontrolado de lípidos de estas células.

“El papel central de la disfunción del tejido adiposo en la enfermedad y la increíble plasticidad del tejido graso respaldan la promesa de modular los fenotipos del tejido graso con fines terapéuticos”, escriben los autores, dirigidos por Claudio J. Villanueva (@ClaudioVillanu) de la Facultad de Ciencias de la Vida /Facultad de Medicina David Geffen y Patrick Seale (@LabSeale) de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. “Quedan muchas preguntas y oportunidades para futuros descubrimientos, lo que generará nuevos conocimientos sobre la biología del tejido adiposo y, con suerte, conducirá a mejores terapias para las enfermedades humanas”.

Fuente: https://www.sciencedaily.com

Referencia: Sakers A, Krystel M,  Seale P, et al. Adipose-tissue plasticity in health and disease. Cell 185, February 3, 2022.