UN NUEVO ESTUDIO EN RATONES ARROJA LUZ SOBRE LOS EFECTOS ANTIOBESIDAD DE LA VITAMINA E

Los tocotrienoles, pertenecientes a la familia de las vitaminas E, pueden ser una sustancia eficaz para combatir la obesidad y sus enfermedades secundarias. En las últimas décadas, la obesidad se ha vuelto cada vez más común en todo el mundo. Dado que la obesidad a menudo causa otras enfermedades, como la diabetes y diversos trastornos cardiovasculares, representa un problema social alarmante tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Aunque la mayoría de nosotros sabemos que una dieta balanceada y mucho ejercicio son las mejores maneras de prevenir la obesidad, tener medicamentos para tratarla de manera efectiva aún sería útil si fuera necesario.

Desafortunadamente, existen muy pocas sustancias o medicamentos conocidos que puedan ayudar a prevenir o tratar la obesidad y sus temidas enfermedades secundarias. Un problema es que algunos de los mecanismos de las enfermedades inducidas por la obesidad no están claros. Por ejemplo, hay alguna evidencia que muestra que la obesidad aumenta el estrés oxidativo (oxidación) en el cuerpo. A su vez, algunos científicos sospechan que el aumento de la oxidación es la razón por la cual la obesidad allana el camino para los trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer. Teniendo esto en cuenta, podría ser útil si los fármacos potenciales para tratar la obesidad también tuvieran fuertes funciones antioxidantes.  

En este contexto, un equipo de investigación japonés dirigido por el profesor Koji Fukui del Instituto de Tecnología de Shibaura (SIT), Japón, se dispuso a determinar si los tocotrienoles (T3), un subtipo de vitamina E, podrían ser los compuestos que buscamos. Si bien se ha demostrado que los T3 suprimen el aumento de peso corporal en ratones alimentados con una dieta alta en grasas (HFD), no sabemos mucho sobre los mecanismos subyacentes o cómo lo hacen. Para arrojar algo de luz sobre este tema, el equipo realizó varios experimentos en ratones tratados con HFD, HFD más T3 o una dieta de control con o sin T3 (Ctrl+T3 o Ctrl, respectivamente). Este estudio, que se publicó por primera vez en línea el 28 de marzo de 2022 y luego en una edición especial de MDPI’s Molecules, fue coautor del Dr. Yugo Kato de SIT, el Sr. Yoshinori Aoki de Mitsubishi Chemical y el profesor Chikako Kiyose del Instituto Kanagawa de tecnología. Como era de esperar, ser alimentado con un HFD durante más de 13 semanas hizo que los ratones aumentaran mucho de peso en comparación con el grupo de control. Por el contrario, los ratones tratados con HFD y T3 tenían un peso corporal significativamente menor. Los investigadores encontraron que los T3 redujeron la acumulación de tejido adiposo blanco alrededor de los riñones y protegieron al hígado contra el daño causado por la HFD. Además, los T3 ayudaron a reducir los niveles de lipoproteína de baja densidad o “colesterol malo” en la sangre sin afectar los niveles de lipoproteína de alta densidad o “colesterol bueno”. “En general, nuestros resultados sugieren que una mayor ingesta de tocotrienoles de los alimentos diarios puede ser eficaz para prevenir la obesidad”, comenta el Prof. Fukui.

Estudios anteriores informaron que la obesidad podría causar disfunción cognitiva, por lo que los investigadores también realizaron varios experimentos para verificar si las T3 podrían ayudar a prevenir la oxidación cerebral y reducir los cambios cognitivos y de comportamiento causados ​​​​por un HFD. En general, los investigadores no encontraron diferencias importantes en las pruebas de comportamiento entre los ratones tratados con HFD más T3 y los tratados con Ctrl más T3. En una prueba de campo abierto, tampoco hubo diferencias significativas entre los ratones que fueron tratados con un HFD y los tratados con HFD más T3 (ambos grupos mostraron una actividad reducida). Sin embargo, los ratones tratados con un HFD solo parecían moverse mucho menos en el centro de una cámara de prueba de campo abierto; generalmente se considera que tal comportamiento está relacionado con la ansiedad o la depresión. En un intento por aclarar por qué un HFD tuvo este efecto, el equipo verificó los niveles de algunos biomarcadores que representan la oxidación cerebral y la expresión del factor neurotrófico derivado del cerebro, una proteína que es crucial para el desarrollo de las neuronas y la función cognitiva. Sin embargo, no encontraron diferencias notables entre los grupos de control y los HFD solos, lo que nos deja en la oscuridad acerca de por qué los HFD influyeron en el comportamiento de los ratones de la manera en que lo hicieron.

Si bien algunos de los efectos de las T3 en el cuerpo siguen siendo un misterio, este estudio seguramente arrojará luz sobre el camino hacia los medicamentos para ayudar a combatir la obesidad. Al respecto, el Prof. Fukui afirma: “Esperamos que nuestra investigación estimule más estudios sobre sustancias contra la obesidad como los tocotrienoles y compuestos similares. Nuestro objetivo final es reducir la cantidad de personas que padecen enfermedades relacionadas con la obesidad.” ¡Tenga en cuenta que incluso si finalmente se encuentran sustancias efectivas contra la obesidad, un peso más saludable siempre comienza con una dieta adecuada y suficiente ejercicio físico! 

Fuente: https://www.eurekalert.org

Referencia: Kato Y, Aoki Y, Kiyose C, et al. Tocotrienols Attenuate White Adipose Tissue Accumulation and Improve Serum Cholesterol Concentration in High-Fat Diet-Treated Mice. Molecules. 2022 Mar 28;27(7):2188.