NI LA GENÉTICA NI EL ORIGEN SOCIAL SON MUY BUENOS PREDICTORES DE TU PESO CORPORAL: NUEVA INVESTIGACIÓN

Durante mucho tiempo ha habido un debate sobre si la genética o el entorno en el que se crían las personas es la principal causa de la obesidad. Las tasas de obesidad se han triplicado desde la década de 1980. Esto es mucho más rápido de lo que podría cambiar nuestra genética, lo que sugiere que hay un elemento ambiental importante en la obesidad. Pero también tenemos estudios que muestran que los gemelos idénticos tienden a ser más similares en su peso corporal que los gemelos no idénticos, lo que sugiere que hay un elemento genético en el peso.

Para complicar aún más este debate está el hecho de que existe evidencia de que la influencia de la genética puede cambiar a medida que las personas envejecen. Por ejemplo, cuando se trata de inteligencia, los genes parecen ser predictores más poderosos de inteligencia en adultos que en niños. Nuestro estudio reciente ha demostrado que esto también es cierto para el peso corporal. Descubrimos que la cantidad de influencia que su entorno o genética puede tener sobre si una persona se vuelve obesa cambió a lo largo de su vida. Nuestro estudio mostró que la genética tenía poca relación con las tasas de obesidad durante la infancia, pero se fortalecía a medida que las personas envejecían (desde la adolescencia hasta los 69 años). También se encontró un patrón similar cuando se trataba del peso corporal y el origen social de una persona. Descubrimos que las personas de entornos desfavorecidos tenían un mayor peso a partir de la adolescencia. Sin embargo, casi no hubo diferencia en la infancia o la niñez. Pero, a medida que las personas envejecían, también notamos diferencias en su peso que no podían explicarse por la genética o el origen social. Esto significaba que ninguno de esos factores es un buen predictor del peso corporal de una persona en particular.

Para realizar nuestro estudio, utilizamos datos de la Encuesta Nacional de Salud y Desarrollo de MRC. Este rastreó una muestra inicial de 5.362 personas desde que nacieron en 1946 hasta la actualidad. Usamos estos datos para estudiar cómo los genes y la desventaja social están relacionados con el peso corporal desde los dos años hasta los 69 años. Estudiamos la desventaja social en particular, ya que se cree que es un factor de riesgo ambiental importante para la obesidad y puede contribuir a otras formas de desigualdad en la salud. Resumimos el riesgo genético de una persona en lo que se conoce como “puntaje poligénico”, un resumen de todos los genes que tiene una persona que están relacionados con un mayor peso corporal.

Para capturar el origen social, utilizamos la clase social de los participantes a los cuatro años. Esto se midió utilizando la clase social del Registrador General, que categorizó el origen social de los participantes en función de la clase de su padre (en una escala de profesional a no calificado). Descubrimos que aquellos con una mayor cantidad de genes relacionados con la obesidad tenían un mayor peso corporal. Los que estaban en el 25% superior en riesgo genético de obesidad pesaban 11,2 kilogramos (24 libras) más a los 63 años que los que estaban en el 25% inferior en riesgo genético. Las personas que procedían de los hogares más desfavorecidos en la infancia pesaban en promedio 7,4 kilogramos más que las personas de los entornos más favorecidos a los 63 años. Si bien estas son grandes diferencias en el peso corporal, nuestros resultados sugieren que ni la genética ni el origen social son buenos predictores de si una persona se volverá obesa o no. Si bien las diferencias de peso aumentaron sustancialmente a medida que los participantes envejecían, el riesgo genético solo predijo el 10% y el origen social el 4% de estas diferencias. Esto nos muestra que todavía hay mucho sobre el peso corporal que no podemos explicar con la genética o la desventaja social, lo que sugiere que otros factores también tienen una influencia importante en nuestro peso corporal.

Predecir el peso corporal

Es importante tener en cuenta las limitaciones de nuestro trabajo. Nos enfocamos en una sola generación, y sus experiencias son muy diferentes a las de otras generaciones. Por ejemplo, las personas nacidas en 1946 habrían estado expuestas al racionamiento en la primera infancia. Las generaciones más recientes también tienen niveles mucho más altos de obesidad (sobre todo en la infancia) que las anteriores. En trabajos futuros, será interesante observar si los resultados de nuestro estudio son diferentes en las generaciones más recientes. También examinamos solo una parte del riesgo genético de una persona, y los genes más comunes relacionados con el peso corporal. Sin embargo, algunos genes raros pueden tener un gran efecto en el peso corporal de una persona, por lo que será importante que las investigaciones futuras los investiguen.

Finalmente, medir la desventaja social es un desafío. Las grandes diferencias en cómo se miden la ventaja social y el riesgo genético hacen que sea difícil comparar realmente la influencia de ambos en el peso corporal. No tenemos control sobre nuestra genética, ni sobre el entorno social en el que nacemos. Y, sin embargo, estos factores pueden estar influenciándonos casi 70 años después de nacer. El hecho de que podamos estar influenciados por factores fuera de nuestro control podría ayudarnos a reflexionar sobre por qué algunas personas tienen dificultades para perder peso o evitan ganarlo. También puede ayudarnos a comprender por qué las políticas para abordar la obesidad generalmente se han basado en la fuerza de voluntad de las personas, en lugar de realizar cambios en el entorno alimentario, que no han funcionado muy bien. Nuestra investigación también sugiere que ni los genes ni el origen social son el destino. Esto podría ayudarnos a empoderarnos cuando tratamos de mantener un peso corporal saludable, especialmente para aquellos que pueden haber tenido problemas en el pasado.

Fuente: https://theconversation.com

Referencia: Bann D, Wright L, Hardy R, et al. Polygenic and socioeconomic risk for high body mass index: 69 years of follow-up across life. PLoS Genet. 2022 Jul 14;18(7):e1010233.