LA INTERVENCIÓN TEMPRANA ES CLAVE PARA CONTROLAR LA DIABETES Y LAS ENFERMEDADES CARDIORRENALES Y METABÓLICAS

Un panel de expertos estadounidenses en cardiología, nefrología, endocrinología y atención primaria ha preparado recomendaciones específicas para la identificación e intervención tempranas en obesidad, diabetes y otras enfermedades cardiorrenales y metabólicas. Se ha publicado un informe detallado sobre las estrategias recomendadas en el Journal of Diabetes and its Complications.

Las personas con obesidad y diabetes tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiorrenales y metabólicas. Una tasa cada vez mayor de obesidad y diabetes en la población general ha provocado un aumento correspondiente de comorbilidades específicas, que incluyen síndrome metabólico, dislipidemia aterogénica, prediabetes, diabetes, enfermedad del hígado graso no alcohólico, enfermedad cardiovascular aterosclerótica y fibrilación auricular, enfermedad renal crónica e insuficiencia cardiaca. Se ha formado un grupo de trabajo de expertos de varios campos biomédicos para identificar y abordar los factores de riesgo de estas comorbilidades. Los expertos han establecido pautas específicas para la detección e intervención temprana de la obesidad, la diabetes y otras enfermedades cardiorrenales y metabólicas.      

Medidas preventivas primarias   

Obesidad

La obesidad y el sobrepeso aumentan significativamente el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas. Las personas con un índice de masa corporal (IMC) de ≥ 30 kg/m2 se consideran con obesidad. Tales individuos deben ser evaluados médicamente de inmediato por trastornos relacionados con la obesidad, funcionamiento físico y calidad de vida en general. La evaluación médica debe incluir una evaluación de la tolerancia a la glucosa oral, esteatosis y fibrosis hepáticas, enfermedad coronaria, función renal y otras complicaciones relacionadas, como trastornos del sueño y osteoartritis. La pérdida de peso a través de la restricción calórica y la actividad física se considera la estrategia óptima para el manejo de la obesidad. Además, las complicaciones metabólicas pueden aliviarse reduciendo entre un 5 y un 10% del peso corporal.

Las dietas bajas en carbohidratos son mejores que las dietas bajas en grasas para controlar los niveles de glucosa y triglicéridos en la sangre. De manera similar, la actividad física regular ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, la presión arterial y el perfil de lípidos. En conjunto, estos factores juegan un papel vital en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras enfermedades metabólicas. Además de las intervenciones en el estilo de vida, algunas personas obesas pueden necesitar terapia farmacológica. Dos fármacos clínicamente aprobados, semaglutida y tirzepatida, han mostrado resultados prometedores en la reducción del peso corporal y las complicaciones relacionadas. Los tratamientos endoscópicos, como la gastroplastia en manga y el balón intragástrico, también pueden lograr beneficios similares.    

Síndrome metabólico

El síndrome metabólico aumenta el riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular aterosclerótica. La resistencia a la insulina y el aumento de los niveles de ácido úrico son la causa fundamental del síndrome metabólico. Por lo tanto, la pérdida de peso corporal, los medicamentos para reducir el colesterol, los medicamentos para reducir el ácido úrico y las terapias contra la hipertensión podrían beneficiar a las personas con síndrome metabólico.

Prediabetes y Diabetes

Tanto las personas prediabéticas como las diabéticas tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares y metabólicas. La metabolómica de alto rendimiento puede ayudar a identificar a las personas prediabéticas con un mayor riesgo de desarrollar diabetes. La presencia de retinopatía, neuropatía, nefropatía y factores de riesgo cardiovascular debe evaluarse tanto en personas prediabéticas como diabéticas. La reducción de peso a través del estilo de vida o de intervenciones farmacológicas es la clave para controlar las condiciones prediabéticas y diabéticas. Los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 y los medicamentos para reducir el peso han mostrado resultados prometedores en el control de la diabetes y las complicaciones relacionadas. Dependiendo de la condición médica, las personas diabéticas también pueden ser tratadas con medicamentos para reducir la presión arterial y el colesterol.

Hipertensión

La mayoría de las personas con diabetes desarrollan hipertensión como condición comórbida. La monitorización continua de la presión arterial y mantenerla por debajo de 130/80 mmHg es vital para las personas diabéticas con hipertensión. Esto ayuda a reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares y renales. Una dieta baja en sodio y alta en potasio con actividad física regular es beneficiosa para controlar la presión arterial. Para personas con presión arterial superior a 150/90 mmHg, se recomienda una terapia combinada con inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona, bloqueadores de los canales de calcio y diuréticos de tipo tiazídico.    

Anomalías lipídicas

La población adulta en general debe someterse a una prueba de perfil de lípidos para establecer el estado de referencia, seguido de un nuevo control cada 3-5 años. Además, las personas con obesidad, diabetes u otras enfermedades metabólicas deben controlarse anualmente. El ejercicio físico y las modificaciones de la dieta, como la ingesta restringida de grasas saturadas, carbohidratos y alcohol, son intervenciones críticas en el estilo de vida para mantener un perfil de lípidos saludable. Las estatinas son la primera opción de tratamiento para las personas con colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) alto y dislipidemia. Las personas con niveles de LDL-C un 50% por encima de los niveles recomendados pueden necesitar una terapia farmacológica combinada.

Prevención de la progresión de la enfermedad

Se aconseja a los pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico que reduzcan el peso corporal y la ingesta de alcohol y controlen clínicamente los factores de riesgo metabólicos y cardiorrenales para evitar la progresión de la enfermedad a esteatohepatitis no alcohólica. El riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular aterosclerótica puede evitarse mediante la evaluación del calcio arterial coronario, un marcador para detectar la aterosclerosis subclínica. Además, la terapia con estatinas es una intervención valiosa para prevenir la aterosclerosis. La terapia antiplaquetaria y la terapia para reducir el LDL-C se consideran intervenciones preventivas secundarias.   Los pacientes con obesidad o diabetes que tienen enfermedad cardiovascular aterosclerótica u otros problemas cardiovasculares pueden beneficiarse de los medicamentos que reducen la frecuencia cardíaca y los medicamentos anticoagulantes o antiplaquetarios.

La enfermedad renal crónica es una comorbilidad frecuentemente observada en pacientes con diabetes e hipertensión. Aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica e insuficiencia cardíaca. Una tasa de filtración glomerular estimada reducida y una relación albúmina-creatinina en orina elevada son los marcadores clave para detectar la enfermedad renal crónica. Para evitar la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, se recomienda una dieta baja en sodio y baja en proteínas para pacientes con enfermedad renal crónica. Además, en estos pacientes se recomienda el tratamiento con inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona e inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2. El péptido natriurético tipo B N-terminal pro (NT-proBNP), el péptido natriurético tipo B (BNP) y la troponina T cardíaca de alta sensibilidad son biomarcadores valiosos para identificar a los pacientes con mayor riesgo de insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, se requieren intervenciones farmacológicas y de estilo de vida para tratar las comorbilidades relacionadas con la insuficiencia cardíaca.

Fuente: https://www.news-medical.net

Referencia: Handelsman Y, Butlerbc J,  Bakris GL, et al. Early intervention and intensive management of patients with diabetes, cardiorenal, and metabolic diseases. Journal of Diabetes and its Complications. Available online 3 January 2023.