OBESIDAD SE TRANSMITE GENÉTICAMENTE DEL PADRE A SUS HIJOS Y NIETOS

geneticaAnálisis en animales revelan que los espermios de los padres obesos vienen con alteraciones que afectan al embrión.

Diversos estudios han mostrado que la obesidad tiene un alto componente genético y que los hijos de padres obesos tienen mayor riesgo de serlo en el futuro. Pero los ojos de la ciencia han estado puestos en las madres, y en cómo su dieta y actividad física antes, durante y después del embarazo podían influir en su descendencia.

Ahora, un estudio realizado en animales por investigadores de la Universidad de Adelaida, Australia, revela que los padres no son un actor ausente en este problema: aquellos que son obesos heredan la patología a sus hijos e incluso a sus nietos a través de los espermios.

Su mala dieta modifica molecularmente su esperma, lo que a su vez afecta a los embriones y los predispone esta patología como a la resistencia a la insulina. 

Marcas moleculares

Los investigadores encontraron que los animales obesos que habían tenido crías con hembras de peso normal mostraban señales moleculares en sus espermios que conducían a la obesidad y a la diabetes hasta dos generaciones después, incluso si la descendencia comía de forma saludable.

“La dieta de un padre obeso cambia la composición molecular de los espermatozoides. Estos cambios, que se dan en sus moléculas de microARN, podrían programar el embrión para la obesidad o la enfermedad metabólica más tarde en la vida”, dice el autor principal, Tod Fullston, en el comunicado de la universidad. “Este es el primer reporte de dos hijos varones y mujeres que heredan una enfermedad metabólica debido a la obesidad de su padre”, dijo.

Pero aunque los padres transmiten la obesidad tanto a hijas como a hijos, las primeras son las más perjudicadas, explica a La Tercera Fullston. “Las hijas tienen un incremento de 67% en su grasa corporal en proporción al peso de su cuerpo. Eso casi no se da en los hijos. Ahora, tanto hijos como hijas tienen un desorden metabólico similar a la diabetes tipo 2, que se hace más evidente, a temprana edad, en las mujeres que en los hombres”, afirma.

También nietos

El estudio también se extendió a la segunda generación de la descendencia (los nietos), que mostró signos de trastornos metabólicos y obesidad, aunque no tan severamente como en la primera generación.

De hecho, la proporción de grasa de los nietos llegó a 24% respecto de su peso corporal. “Se ha sabido por algún tiempo que la salud de la madre antes, durante y después del embarazo puede tener un impacto en la salud de su hijo, pero la salud de su padre durante este período es a menudo pasada por alto”, dice Fullston.

“Si nuestros estudios de laboratorio se aplican a los seres humanos, esto podría ser una ventana nueva y, hasta ahora, inexplorada para intervenir la epidemia de la obesidad infantil”, afirmó.

Aunque los expertos dicen que enfocarse en la salud de la madre es muy importante, “estamos viendo que la salud del padre también es fundamental para la concepción. Es posible que al mostrar una atención adicional a la dieta y la actividad física de los padres, podamos tener un impacto positivo futuro en el peso y la salud de hijos y nietos”, dijo.

Fuente: Diario La Tercera

Referencia: Fullston T, Ohlsson Teague EM,et al. Paternal obesity initiates metabolic disturbances in two generations of mice with incomplete penetrance to the F2 generation and alters the transcriptional profile of testis and sperm microRNA content.  FASEB J. 2013 Jul 11.