EL PRIMER ENSAYO EN HUMANOS EN TRASPLANTES FECALES PARA LA OBESIDAD OFRECE RESULTADOS MIXTOS

Investigadores del Brigham and Women’s Hospital en Boston informan resultados mixtos del primer ensayo en humanos que investiga los efectos del trasplante de microbiota fecal (TMF) para tratar la obesidad. Los informes iniciales sugieren que el tratamiento no logró inducir pérdida de peso o cambios en una hormona de la saciedad clave, sin embargo, los investigadores señalan que se identificaron alteraciones generales en los microbiomas en los receptores de TMF.

Aunque los trasplantes fecales como herramienta médica no son una idea nueva, el interés en la técnica ha aumentado en la última década debido al auge en la investigación de microbiomas intestinales . Actualmente, los científicos están explorando el TMF como una herramienta para tratar todo, desde la enfermedad inflamatoria intestinal hasta el autismo .

Investigadores de microbios han descubierto recientemente que la composición de nuestra población bacteriana intestinal puede afectar fundamentalmente nuestro metabolismo . Además de eso, varios estudios en ratones han revelado que los trasplantes fecales entre animales obesos y magros pueden transferir esos perfiles metabólicos, convirtiendo a los ratones adelgazados y viceversa.

Los resultados del primer ensayo controlado aleatorio en humanos con TMF para la obesidad sugieren que modular el microbioma de los humanos para tratar la obesidad puede ser más complicado de lo que los investigadores esperaban. Este primer estudio piloto incluyó 22 sujetos adultos obesos, pero sanos. Durante 12 semanas, la mitad de los pacientes recibieron cápsulas con muestras fecales de sujetos delgados sanos, mientras que la otra mitad consumió cápsulas de placebo.

Junto con la medida primaria de evaluar el perfil de seguridad del tratamiento, los investigadores buscaban ver si el trasplante fecal indujo cambios en una hormona llamada GLP-1, involucrada en la saciedad. Desafortunadamente, después de 12 semanas, no se identificaron cambios en los niveles de GLP-1 y no se registraron cambios en el peso.

Sin embargo, los investigadores notan que se identificaron algunos cambios en el grupo de tratamiento al final del estudio de 12 semanas. La composición microbiana general del grupo de tratamiento se hizo más similar a la de los donantes magros, y se observó una disminución específica en un tipo de ácido biliar.

«Los datos de ácidos biliares son ciertamente intrigantes y sugieren que quizás haya uno o más caminos diferentes en juego», dice Jessica Allegretti, autora principal de la nueva investigación. «La obesidad es un trastorno muy complejo, y un proceso multifactorial está probablemente en el centro de su desarrollo».

La investigación completa aún no se ha publicado, y estos resultados preliminares se presentarán a finales de este mes en la conferencia de la Semana de Enfermedades Digestivas en San Diego. Los investigadores siguen siendo positivos y dicen que, en esta etapa, los resultados son solo el comienzo de un trabajo adicional para comprender mejor cómo el microbioma puede influir en la obesidad.

«Nuestro estudio agrega un primer paso alentador para entender el papel que desempeña el microbioma intestinal en las personas con obesidad metabólicamente sanas», dice Allegretti. «Con suerte, esto se prestará a terapias más específicas en el futuro».

Fuente: https://newatlas.com

Referencia: Semana de Enfermedades Digestivas 2019 en San Diego