UNA SAL LÍQUIDA POR VÍA ORAL AYUDA A PREVENIR LA ABSORCIÓN DE GRASA Y RETRASAR EL AUMENTO DE PESO, EN RATAS
- Dom 1 de Dic 2019
- Sochob
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Un estudio del Instituto Wyss de Ingeniería Biológica de Harvard y la Escuela John A. Paulson de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (SEAS), ambas en Estados Unidos, ha descubierto que una sal líquida llamada colina y geranato (CAGE, por sus siglas en inglés) administrada por vía oral puede reducir físicamente la absorción de grasas de la comida sin efectos secundarios perceptibles en ratas, y reduce el peso corporal total en aproximadamente un 12 por ciento, según publican en la revista ‘PNAS’.
“Una reducción en el peso corporal del 12% es como hacer que un humano baje de 90 a 80 kilos, lo cual es un cambio significativo –precisa el primer autor, Md Nurunnabi, exbecario postdoctoral del Instituto Wyss y SEAS y ahora profesor asistente de ciencias farmacéuticas en la Universidad de Texas–. Nuestro objetivo es traducir este trabajo en un producto que pueda ayudar a las personas a mantener un peso más saludable, y este estudio marca el comienzo de ese viaje”.
CAGE, que es una sal en estado líquido, fue creada hace unos años por el miembro de la Facultad de Wyss Core, Samir Mitragotri, como parte de un esfuerzo por mejorar la absorción de medicamentos por parte del cuerpo.
El año pasado, su laboratorio publicó un artículo que describe la capacidad de CAGE para mejorar la absorción de insulina cuando se administra por vía oral. Sin embargo, en su estudio de las propiedades de CAGE, encontraron que había una molécula a la que el líquido no ayudaba: una pequeña molécula hidrófoba. El equipo de Mitragotri tenía el presentimiento de que CAGE se estaba uniendo de alguna manera a esta molécula y evitaba que fuera absorbida.
“Esa observación nos llevó a preguntarnos si habría algún contexto en el que quisiéramos evitar la absorción de este tipo de molécula. Nos dimos cuenta de que las grasas son pequeñas e hidrófobas, y que CAGE podría ser de interés como tratamiento médico para la obesidad”, explica Mitragotri, quien también es el Profesor Hiller de Bioingeniería y el Profesor Hansjörg Wyss de Ingeniería Biológicamente Inspirada en SEAS.
Los investigadores comenzaron a evaluar las interacciones de CAGE con las grasas mezclando el líquido con una grasa omega-3 llamada DHA y agua. Vieron que el DHA formó partículas grandes de aproximadamente 3-4 micras de longitud, aproximadamente del tamaño del núcleo de una célula. Las moléculas de DHA mezcladas solo con agua formaron partículas mucho más pequeñas en el rango de 50 – 400 nanómetros, lo que sugiere que existe cierta interacción entre las moléculas CAGE y DHA que hace que se agreguen en partículas más grandes.
Luego, el equipo agregó la mezcla DHA-CAGE a intestinos de rata sanos ex vivo. En comparación con los intestinos que solo fueron inyectados con DHA, la inclusión de CAGE redujo significativamente la penetración de DHA en el tejido intestinal en el transcurso de seis horas.
Para evaluar el rendimiento de CAGE en organismos vivos, los investigadores prepararon cápsulas con una mezcla de DHA y CAGE y se las dieron por vía oral a las ratas. Después de seis horas, la cantidad de DHA absorbida en la sangre de la mezcla fue aproximadamente la mitad de la cantidad que se absorbió cuando se les administró DHA solo.
Los estudios de biodistribución mostraron que administrar CAGE junto con DHA aumentó su concentración en los estómagos e intestinos de las ratas dos veces y redujo su presencia en sus hígados, lo que sugiere que CAGE impide que DHA salga del tracto gastrointestinal.
Luego estudiaron el efecto de CAGE en la absorción de grasa en ratas que fueron alimentadas con una dieta alta en grasas, que tiene un 20% más de grasa que una dieta regular, durante 30 días.
Una dosis diaria de CAGE de 10 microlitros causó que las ratas ganaran un 12% menos de peso que las ratas que recibieron una dosis de 5 microlitros o ninguna CAGE.
Las ratas no tratadas generalmente comían alrededor de 10 gramos de comida todos los días, mientras que la cohorte de dosis alta de CAGE comía alrededor de 8 gramos de comida, lo que sugiere que CAGE también podría tener un efecto sobre las enzimas que regulan la digestión y/o aumentar la sensación de saciedad después de una comida.
Es importante destacar que, durante el período de 30 días, no se observaron efectos secundarios en las ratas tratadas con CAGE, y no hubo signos de inflamación o diferencias en la estructura o función de los órganos de los animales. Tampoco hubo rastros de los componentes de CAGE en el cuerpo después del tratamiento.
“Nuestro objetivo es traducir este trabajo en un producto que pueda ayudar a las personas a mantener un peso más saludable, y este estudio marca el comienzo de ese viaje”, destaca Md Nurunnabi. “Esta es la primera prueba de concepto de que los líquidos iónicos administrados por vía oral pueden ayudar a reducir la absorción de grasa y la masa corporal, y este enfoque tiene un potencial clínico significativo dado que es simple, rápido y mucho menos invasivo que la liposucción o la cirugía bariátrica y, debido a que su mecanismo de acción es físico más que químico, carece de los efectos secundarios observados con otras drogas”, añade.
El equipo ahora está buscando respuestas a las preguntas más mecanicistas sobre CAGE, que incluyen exactamente cómo se une a las grasas, cuánto duran sus efectos, cuáles son sus posibles interacciones con la vía de señalización de leptina asociada a la obesidad y dónde va la grasa no absorbida.
Fuente: https://www.elpais.cr
Referencia: Nurunnabi M, Ibsen KN, Tanner EEL, et al. Oral ionic liquid for the treatment of diet-induced obesity. Proc Natl Acad Sci U S A. 2019 Nov 25.