LA MICROBIOTA INTESTINAL PUEDE CONDUCIR A LA NEUROINFLAMACIÓN EN EL TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR

La influencia de la microbiota intestinal se extiende al cerebro a través de la neuroinflamación, lo que resulta en cambios en el estado de ánimo, la función cognitiva, la ansiedad y otros síntomas asociados con el trastorno depresivo mayor (MDD), según un reciente artículo de revisión publicado en el  European Journal of Neuroscience.

Estudios previos en modelos humanos y animales sugieren una relación entre la microbiota intestinal y los síntomas asociados con MDD. Los investigadores revisaron estudios sobre la relación entre la microbiota intestinal y la función cerebral para determinar el alcance de la relación. 

Se cree que la microbiota intestinal influye en la MDD a través de procesos inflamatorios, principalmente el eje intestino-cerebro. Los ratones tratados con el probiótico  Bifidobacterium adolescentis  mostraron una reversión de la neuroinflamación y los síntomas depresivos. Los avances recientes en neurociencia vinculan las quimioquinas con los procesos neurobiológicos que conducen a los trastornos psiquiátricos. La evidencia experimental vincula los cambios en la red de quimioquinas con el comportamiento depresivo, y los investigadores de estudios clínicos indicaron una asociación entre la neuroinflamación y la MDD. Como resultado de estos hallazgos, existe un creciente interés en el uso de agentes antiinflamatorios en el tratamiento de la MDD, y algunos investigadores indicaron mejores efectos del tratamiento antidepresivo.

La microbiota intestinal es una vía bidireccional importante entre el intestino y el cerebro, y la comunicación entre el intestino y el cerebro está corroborada por la comorbilidad entre enfermedades gastrointestinales y neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y trastornos del estado de ánimo, incluido el MDD. Las bacterias intestinales son esenciales para regular el desarrollo y la función del cerebro. El estrés puede desregular la microbiota intestinal y estimular las citoquinas proinflamatorias. Los probióticos influyen en la microbiota intestinal e indirectamente pueden influir en los trastornos neurológicos y psiquiátricos. Los investigadores indican además que los desequilibrios en la microbiota intestinal pueden permitir una mayor permeabilidad de la barrera hematoencefálica (BBB), y la producción excesiva de citoquinas inflamatorias puede pasar el BBB y llegar a las células residentes en el cerebro.

Según los investigadores, los probióticos influyen en la microbiota intestinal y pueden influir indirectamente en los trastornos neurológicos y psiquiátricos.

 Se ha demostrado que tanto  Lactobacillus  como  Bifidobacterium en general limitan los efectos de los trastornos neurológicos. Inyección oral de  Bifidobacterium resultó en una mayor resistencia para vencer el estrés en ratones. Los desequilibrios en la microbiota intestinal pueden permitir una mayor permeabilidad de la BBB, y la producción excesiva de citoquinas inflamatorias como la interleuquina (IL) -1a, IL-1b, TNF-a e IL-6, podría pasar la BBB y llegar al cerebro residente células, donde actúan sobre los receptores expresados ​​por las neuronas y las células gliales. La activación microglial puede reducirse mediante el tratamiento prebiótico, lo que sugiere un posible tratamiento para las enfermedades neuroinflamatorias relacionadas con la edad a través de la reducción de la infiltración de monocitos en el cerebro. Finalmente, según los investigadores, la microbiota intestinal está relacionada con la regulación de la vía de la kinurenina, que desempeña un papel importante en el desarrollo de trastornos psiquiátricos, incluida la esquizofrenia.

El papel de la desregulación del eje intestino-microbiota-cerebro es evidente en MDD a partir de estudios en animales y humanos, según los investigadores. Los autores concluyeron que “los cambios en estas células gliales influyen en las redes cerebrales involucradas en la memoria, el aprendizaje, las emociones y la regulación del estado de ánimo, lo que podría estar detrás de la aparición de síntomas depresivos o ansiedad”.

Fuente: https://www.psychiatryadvisor.com

Referencias: Carlessi AS, Borba LA, Zugno AI, et al. Gut-microbiota-brain axis in depression: the role of neuroinflammation [published online November 30, 2019]. Eur J Neurosci.