AMERICAN COLLEGE OF OBSTETRICIANS AND GYNECOLOGISTS: NO SE RECOMIENDA LA SIEMBRA VAGINAL

No debe realizarse la siembra vaginal en recién nacidos por cesárea, a menos que sea parte de un protocolo de investigación aprobado, según el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG).

En una nueva declaración de normativa publicada en el número de noviembre de Obstetrics & Gynecology, el ACOG cita una insuficiencia de datos sobre la inocuidad y los posibles beneficios de la siembra vaginal. Esta declaración es congruente con una emitida antes este año por la Danish Society of Obstetrics and Gynecology, según lo reportó previamente Medscape Noticias Médicas.

La siembra vaginal, también llamada microparto, implica la inoculación, mediante un hisopo de algodón, de secreciones vaginales para transferir la microflora vaginal a la boca, la nariz o la piel de un recién nacido. Los partidarios del procedimiento dicen que le permite a un lactante nacido mediante operación cesárea entrar en contacto con bacterias del canal del parto y, por lo tanto, puede fortalecer el microbioma intestinal del lactante y reducir el riesgo de trastornos como asma, alergias u obesidad.

Dado que todavía se desconoce el efecto de la transferencia de secreciones, el American College of Obstetricians and Gynecologists “no recomienda ni incentiva la siembra vaginal fuera del contexto de un protocolo de investigación aprobado por un comité institucional”, escriben los autores.

La declaración también recalca problemas de enfermedades infecciosas adicionales, como la potencial transferencia de microorganismos patógenos de la madre al recién nacido por infecciones maternas no diagnosticadas como gonorrea, virus del papiloma humano y estreptococos del grupo A.

A toda paciente que insista en realizar la siembra vaginal ella misma se le ha de educar sobre los riesgos y hacerle pruebas de enfermedades infecciosas y bacterias potencialmente patógenas, declara el comité. “Se recomienda realizar pruebas séricas para el virus del herpes simple y cultivos para estreptococos del grupo B, Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae.

Además, los autores exhortan a los obstetras y a otros profesionales de la salud a documentar las charlas con las pacientes en torno a la siembra vaginal en la historia clínica e informar al pediatra sobre el procedimiento, dada la posibilidad de infección neonatal.

En este momento, la investigación disponible sobre la siembra vaginal está limitada a un estudio piloto del procedimiento en cuatro lactantes, que fue publicado en febrero de 2016 por investigadores de la New York University. Los resultados de ese estudio, previamente reportados por Medscape Noticias Médicas, indican que la siembra vaginal condujo al desarrollo de poblaciones bacterianas similares a las encontradas en los lactantes nacidos por vía vaginal. Hasta el momento, no se han realizado estudios adicionales de otros desenlaces clínicos.

“La escasez de datos acerca de este tema respalda la necesidad de investigación adicional sobre la inocuidad y las ventajas de la siembra vaginal”, escriben los autores.

Por el momento, aunque hay datos mixtos respecto al vínculo entre la lactancia y el desarrollo de asma y enfermedad atópica en la infancia, los autores recomiendan la lactancia exclusiva en los primeros seis meses, una práctica que tiene “múltiples beneficios reconocidos y sigue siendo la recomendación del American College of Obstetricians and Gynecologists” para todas las mujeres que no tienen trastornos físicos o médicos que lo impidan.

Fuente: https://espanol.medscape.com

Referencias: Committee on Obstetric Practice. Committee Opinion No. 725: Vaginal Seeding. Obstet Gynecol. Nov 2017;130(5):e274-e278.