CÉLULAS DE LOS VASOS SANGUÍNEOS IMPLICADAS EN LA INFLAMACIÓN CRÓNICA DE LA OBESIDAD

Cuando las células grasas del cuerpo se llenan de exceso de grasa, el tejido circundante se inflama. Esa inflamación crónica de bajo nivel es uno de los factores que impulsan muchas de las enfermedades asociadas con la obesidad. Ahora, los científicos de UT Southwestern han descubierto un tipo de célula responsable, al menos en ratones, de desencadenar esta inflamación en el tejido graso. Sus hallazgos, publicados en Nature Metabolism, eventualmente podrían conducir a nuevas formas de tratar la obesidad.

“La inflamación de las células grasas en las personas obesas está relacionada con muchas de las comorbilidades que asociamos con el sobrepeso: cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas e infecciones”, dice la líder del estudio Rana Gupta, Ph.D., profesora asociada de medicina interna. “Al identificar estas células, hemos dado un paso hacia la comprensión de algunos de los eventos iniciales que contribuyen a esa inflamación”.

Cuando una persona consume más calorías de las necesarias, el exceso de calorías se almacena en forma de triglicéridos dentro del tejido graso, también conocido como tejido adiposo blanco (TAB). Los investigadores saben que en las personas obesas, el TAB trabaja en exceso, las células grasas comienzan a morir y las células inmunitarias se activan. Pero el mecanismo exacto por el cual ocurre esta inflamación no se comprende completamente.

Si bien muchos estudios se han centrado en las moléculas de señalización producidas por las células grasas o las células inmunitarias en el TAB que podrían contribuir a la inflamación, el equipo de Gupta adoptó un enfoque diferente. Ellos en cambio, se enfocaron en los vasos que transportan la sangre, así como las células inmunes y las moléculas inflamatorias, al TAB.

En 2018, Gupta y sus colegas identificaron un nuevo tipo de células que recubren estos vasos sanguíneos en ratones: una célula progenitora adiposa (CPA), o célula precursora que genera células adiposas maduras. Pero a diferencia de la mayoría de las CPA, las nuevas células, denominadas progenitores fibroinflamatorios o PFI, producían señales que estimulaban la inflamación. En el nuevo trabajo, los investigadores observaron más de cerca el papel de los PFI en la mediación de la inflamación.

En tan solo un día de cambiar ratones machos jóvenes a una dieta alta en grasas, Gupta y sus colegas descubrieron que los PFI aumentaron rápidamente la cantidad de moléculas inflamatorias producidas. Después de 28 días con una dieta alta en grasas, encontraron un aumento sustancial en la proporción de PFI en comparación con otras CPA.

“Este es el primer estudio que demuestra que estas células juegan un papel temprano muy activo en ser guardias de la inflamación en el tejido graso”, dice Gupta. Para demostrar que el aumento en el número y la actividad de los PFI no era solo un efecto secundario de las células grasas ya inflamadas, el equipo eliminó un gen de señalización inmunológico clave, Tlr4, de los PFI en algunos ratones. Después de cinco meses con una dieta alta en grasas, los ratones que carecían de Tlr4 habían ganado tanto peso y tanta grasa como otros ratones con una dieta alta en grasas. Pero los ratones modificados genéticamente, con PFI que ya no podían generar las mismas señales, ya no tenían altos niveles de inflamación. En cambio, los niveles de moléculas inflamatorias en su TAB estaban más cerca de los niveles observados en ratones con dietas bajas en grasas.

Gupta y sus colegas continuaron demostrando que el aumento de los niveles de una molécula de señalización relacionada, ZFP423, en los PFI también puede mejorar la inflamación en las células grasas de los ratones. Los hallazgos apuntan hacia posibles vías a seguir para reducir el riesgo de enfermedad en personas con obesidad. “Parece que ZFP423 podría ser un freno importante en términos de ralentizar las señales inflamatorias en estas células”, dice Gupta. “Por supuesto, queda por ver si eso es cierto tanto en humanos como en ratones”. El grupo de Gupta está planeando experimentos futuros para comprender mejor qué aspecto de una dieta alta en grasas inicia el aumento de la señalización inflamatoria en los PFI, así como si los resultados son ciertos en la grasa humana.

Fuente: https://medicalxpress.com

Referencia: Shan B, Shao M, Zhang Q, et al. Perivascular mesenchymal cells control adipose-tissue macrophage accrual in obesity. Nat Metab 2020;2:1332-1349.