DIRIGIR SEÑALES QUÍMICAS ENTRE EL INTESTINO Y EL CEREBRO PODRÍA CONDUCIR A UN NUEVO TRATAMIENTO PARA LA OBESIDAD

Una nueva investigación publicada ien  The Journal of Physiology  ha arrojado luz sobre la manera de interrumpir las señales químicas que afectan la cantidad de alguien come, lo que podría conducir a un método para ayudar a controlar la obesidad.

La obesidad es una de las preocupaciones de salud pública más prevalentes en la actualidad. En el Reino Unido, afecta a aproximadamente uno de cada cuatro adultos y aproximadamente uno de cada cinco niños de 10 a 11 años de edad.

La cirugía bariátrica ha demostrado ser efectiva en la pérdida de peso; sin embargo, la disponibilidad, invasividad y complicaciones frecuentes de este procedimiento impiden su amplia aplicación. Existe una falta de comprensión acerca de los mecanismos moleculares subyacentes en torno a la obesidad y existe una creciente evidencia de que atacar a las células nerviosas involucradas en el envío de señales entre el cerebro y el intestino podría proporcionar terapias prometedoras.

El nervio vago desempeña un papel importante en la regulación de la cantidad de alimentos que come una persona y su metabolismo mediante la comunicación entre el intestino y el cerebro. Esta nueva investigación encontró que el óxido nítrico es responsable de disminuir la sensibilidad de los nervios que envían mensajes desde el intestino al cerebro acerca de cuán lleno está alguien después de una comida.

Los investigadores demostraron que una enzima específica (óxido nítrico sintasa inducible) se incrementó en la obesidad, lo que causa niveles más altos de óxido nítrico. El estudio incluyó la comparación de ratones alimentados con una dieta alta en grasas con aquellos alimentados con una dieta baja en grasas. Los investigadores analizaron las respuestas del nervio vago a la estimulación normal de las comidas. Descubrieron que en los ratones con la dieta alta en grasas, las células nerviosas respondían menos y eran menos capaces de generar señales eléctricas que le indicaban al cerebro que dejara de comer. Encontraron que los ratones obesos tenían una mayor presencia de óxido nítrico, lo que reduce la sensibilidad de los nervios e interrumpe las señales químicas normales que harían que los ratones se sintieran llenos.

La importancia de estos resultados nos ayudará a comprender mejor cómo la obesidad afecta los controles normales sobre la alimentación, lo que a su vez perpetúa el ciclo de comer en exceso y el aumento de peso.

El estudio se limita a que los hallazgos fueron en animales y no en humanos. Además, las observaciones realizadas en el laboratorio no siempre se pueden traducir a sujetos humanos. Dado que la ingesta de alimentos duró poco tiempo, puede haber otros mecanismos que se encarguen de la obesidad y que puedan continuar afectando los controles de la ingesta de alimentos.

A los investigadores les gustaría ver qué tipos de células son responsables de liberar el exceso de óxido nítrico y ver qué causa el aumento de la obesidad para ver si el proceso puede verse afectado antes de que comience.

Fuente: https://www.integrativepractitioner.com

Referencia: Page AJ. NO regulation of gut-brain signalling in obesity.J Physiol. 2018 Dec 21. doi: 10.1113/JP277490.