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El impacto de la enfermedad renal crónica (ERC) sigue aumentando en todo el mundo y se proyecta que esta carga aumentará con el crecimiento y el envejecimiento de la población, según un estudio publicado en BMC Public Health.

Incluso en países con datos clínicos y epidemiológicos disponibles, existe una concienciación limitada entre el público y los encargados de tomar decisiones en materia de atención sanitaria, lo que provoca un retraso en el diagnóstico y la progresión a enfermedad renal terminal (ERT). A pesar de los avances en el tratamiento, importantes lagunas en la investigación obstaculizan los esfuerzos por abordar la carga de la ERC, en particular en las regiones desatendidas. “El envejecimiento de la población, las crecientes tasas de obesidad y la mayor prevalencia de diabetes sugieren que la carga de enfermedad renal crónica seguirá creciendo”, dijo recientemente a MedCentral el Dr. Prakash Gudsoorkar, profesor asociado de nefrología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati y director médico del servicio de onconefrología de UC Health.  “Estas tendencias subrayan la necesidad urgente de realizar pruebas de detección tempranas, mejorar el control de la diabetes y la hipertensión e  intervenciones específicas  para  las poblaciones en riesgo”.

La evidencia de un consenso de 2024 publicado en Nature sugiere que la carga de factores de riesgo de ERC está aumentando rápidamente en los países de ingresos bajos y medios bajos, agravada por los riesgos ambientales, el aumento de la tasa de enfermedades infecciosas y los recursos limitados de atención médica. Gudsoorkar estuvo de acuerdo y señaló que otros factores de riesgo son de etiología socioeconómica y de disparidad racial, incluida una mayor prevalencia de ERC en individuos negros debido a las variantes APOL1 y las barreras de atención médica, que empeoran los resultados. “Además, la onconefrología, una rama altamente especializada de la nefrología, destaca el impacto de la enfermedad renal en pacientes con cáncer, ya que entre el 12% y el 25% desarrolla ERC en etapa 3 o superior debido al potencial nefrotóxico de las terapias contra el cáncer administradas”, dijo.

Gudsoorkar recomendó que los médicos de atención primaria eduquen a los pacientes sobre la importancia de utilizar el monitoreo remoto a través de dispositivos portátiles, consultas de telesalud, mediciones de presión arterial en el hogar y rastreadores de glucosa para un mejor manejo de la enfermedad. “Para mejorar los resultados de la enfermedad renal crónica, es necesario alentar a los pacientes con enfermedad renal crónica y a aquellos en riesgo de padecerla a adoptar dietas basadas en plantas, dietas DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) o dietas mediterráneas, que según los estudios ayudan a lograr una pérdida de peso del 5% al ​​10%. Además, las políticas que abordan el estrés térmico y la hidratación ocupacional pueden ayudar a prevenir la enfermedad renal crónica de origen desconocido”, afirmó.

Fuente: https://www.uc.edu/news/

Referencia: Deng L, Guo S, Liu Y, et al. Global, regional, and national burden of chronic kidney disease and its underlying etiologies from 1990 to 2021: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2021. BMC Public Health. 2025 Feb 17;25(1):636.