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Una señal inmunitaria promueve la producción de “grasa beige” que quema energía, según un nuevo estudio publicado el 5 de agosto en la revista de acceso abierto PLOS Biology por Zhonghan Yang de la Universidad Sun Yat-Sen, Guangzhou, China, y sus colegas. El hallazgo puede conducir a nuevas formas de reducir la obesidad y tratar los trastornos metabólicos.

El color beige de la grasa beige proviene de su alta concentración de mitocondrias, las centrales eléctricas de la célula. Las mitocondrias queman moléculas de alta energía como grasas y azúcares con oxígeno, liberando energía. Normalmente, esa energía se almacena como ATP, la moneda de energía que utiliza la célula para casi todas sus actividades. Pero en la grasa beige, las mitocondrias acumulan una proteína llamada “proteína desacoplante-1” que limita la producción de ATP y genera calor. Los bebés nacen con “grasa parda”, un tejido similar concentrado en la región de los hombros, que les ayuda a mantenerse calientes, pero la grasa parda se pierde gradualmente con la edad. No tanto la grasa beige, que se distribuye más ampliamente y que puede generarse a lo largo de la vida como respuesta tanto al frío como a la estimulación neuronal u hormonal.

Un trabajo reciente, incluido el de los autores del nuevo estudio, ha revelado que las citoquinas, moléculas de señalización del sistema inmunológico, desempeñan un papel en la regulación de la grasa beige. Para explorar más esa regulación, los autores manipularon los niveles de la citoquina interleuquina-25 y demostraron que un aumento de la citoquina podría imitar los efectos tanto del frío como de la estimulación de un receptor hormonal para aumentar la producción de grasa beige en ratones. Rastrearon aún más la cadena de señalización, mostrando que la IL-25 ejercía sus efectos a través de otras dos citoquinas, que a su vez regulaban las células inmunes llamadas macrófagos. Esas células actuaron sobre las neuronas que terminan en el tejido graso beige, promoviendo un aumento en la producción del neurotransmisor nordrenalina, que ya se sabía que promueve la producción de grasa beige. Así, el trabajo de los autores reveló la secuencia de señales reguladoras que comienza con IL-25 y termina con la liberación de noradrenalina y un aumento de la grasa beige.

Finalmente, los autores demostraron que la administración de IL-25 a ratones que consumían una dieta alta en grasas les impedía volverse obesos y mejoraba su capacidad para mantener su capacidad de respuesta a la insulina, que se ve afectada en la obesidad crónica. “Nuestros resultados muestran que la interleuquina-25 juega un papel clave en la producción de grasa beige”, dijo Yang, “y apuntan hacia el aumento de la señalización de la interleuquina-25 como un tratamiento potencial para la obesidad”.

Fuente: https://www.sciencedaily.com

Referencia: Li L, Ma L, Zhao Z, et al. IL-25–induced shifts in macrophage polarization promote development of beige fat and improve metabolic homeostasis in mice. PLOS Biology, 2021; 19 (8): e3001348.