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Incluso la prediabetes parecía significar malas noticias para la salud del corazón, según un estudio nacional de muestras de pacientes hospitalizados. La prediabetes, definida como un Hba1c entre el 5,7% y el 6,4%, entre los pacientes hospitalizados se asoció con un 41% más de probabilidades de infarto al miocardio (MI, OR 1,41, IC del 95%: 1,35-1,47) en un modelo general, informó Geethika Thota, MBBS, del Hospital Universitario Saint Peter/Hospital Rutgers Robert Wood Johnson en New Brunswick, Nueva Jersey. Los hallazgos refuerzan la importancia de la detección y la intervención tempranas, dicen los investigadores

Y en un modelo ajustado por múltiples factores que incluyen edad, sexo, raza, antecedentes familiares de infarto de miocardio, dislipidemia, hipertensión, diabetes, dependencia de la nicotina y estado de obesidad, la presencia de prediabetes todavía se asoció significativamente con una mayor probabilidad de experimentar infarto de miocardio (OR 1,25 , IC 95% 1,20-1,31). «La prediabetes se mantuvo como un factor de riesgo independiente de infarto de miocardio, a pesar de ajustarse a todos los factores de riesgo bien establecidos», explicó Thota en una presentación en ENDO 2022 , la reunión anual de la Endocrine Society. «La prediabetes es real. No dejes que el ‘pre’ engañe a nadie».

Además de eso, la prediabetes también se vinculó con mayores probabilidades de someterse a una intervención coronaria percutánea (OR 1,45, IC del 95%: 1,37 a 1,53) y mayores probabilidades de obtener un injerto de derivación de la arteria coronaria (OR 1,95, IC del 95%: 1,77 a 2,16) en modelos ajustados. Thota señaló que estos hallazgos sugieren que existe una alta carga de enfermedad arterial coronaria macrovascular asociada con la prediabetes. «Con nuestro estudio, nos gustaría reforzar que es una llamada de atención para los médicos, así como para los pacientes», explicó Thota. «[Necesitamos] cambiar el enfoque para prevenir la prediabetes y no solo la diabetes».

«Nuestros hallazgos también reforzarían la importancia del reconocimiento temprano a través de la detección y la intervención temprana para manejar agresivamente los factores de riesgo cardiovascular para prevenir el infarto de miocardio», dijo. Thota sugirió seguir las recomendaciones de las pautas «Estándares de atención médica en diabetes» de la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA) de 2022, y evaluar a todos los pacientes mayores de 35 años para detectar prediabetes. Además, las pautas de la ADA recomiendan evaluar a todas las personas con VIH, todas las mujeres con diabetes gestacional y adultos con sobrepeso u obesidad (IMC superior a 25 o superior a 23 para los estadounidenses de origen asiático) con un factor de riesgo subyacente específico. «La intervención temprana es la clave», dijo Thota, y destacó que las intervenciones más importantes incluyen la dieta, la actividad física y las modificaciones del estilo de vida, y agregó que «también se pueden usar la metformina y los agonistas del receptor GLP-1». Thota y sus colegas se basaron en 1.794.149 hospitalizaciones en hospitales universitarios para pacientes ingresados ​​con un diagnóstico primario o secundario de IM agudo. Los datos se recopilaron entre 2016 y 2018. Entre estos pacientes, el 1% tenía prediabetes. Esto representó una muestra de 330,814 pacientes con prediabetes.

Las limitaciones del estudio incluyeron el diseño retrospectivo y el hecho de que la prediabetes a menudo se puede pasar por alto durante la codificación del ICD, aunque Thota anotó que los hospitales universitarios tienden a codificar un poco mejor cuando se trata de esto. También señaló que la mayoría de las personas con prediabetes no están en el hospital, sino en la comunidad y en las clínicas. Advirtió que la muestra del estudio de pacientes hospitalizados representaba un subconjunto de pacientes con prediabetes.

Fuente: https://www.medpagetoday.com

Referencia: Thota G, et al «Prediabetes is a risk factor for myocardial infarction — a national inpatient sample study» ENDO 2022; Abstract OR02.