LOS CIENTÍFICOS DEMUESTRAN QUE EL SUCCINATO, UNA PEQUEÑA MOLÉCULA IDENTIFICABLE EN EL PLASMA, AYUDA A PREDECIR LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR

Investigadores de la Universidad de Granada y del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (Tarragona) han identificado que los niveles de una pequeña molécula, el succinato, que se encuentran en el plasma podrían ayudar a identificar a aquellos jóvenes con alto riesgo de enfermedad cardiovascular. El estudio ofrece nuevos conocimientos en el campo de los biomarcadores de riesgo cardiovascular entre los jóvenes y podría ser clave para el desarrollo de nuevas terapias para combatir la obesidad y la diabetes.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR), en colaboración con investigadores del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) de Tarragona, ha identificado que el nivel de succinato circulante -una pequeña molécula identificable en plasma- podría utilizarse para la identificación temprana de personas con mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular. El trabajo ha sido publicado en la revista Cardiovascular Diabetology, que se especializa en el estudio de la diabetes y los trastornos cardiovasculares.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. A nivel mundial, se estima que cada año mueren alrededor de 18 millones de personas como resultado de enfermedades cardiovasculares. Solo en España se le atribuyen unas 120.000 muertes anuales. Una de las estadísticas más alarmantes es que la incidencia de enfermedades cardiovasculares está aumentando entre los sectores más jóvenes de la población. Por lo tanto, existe una necesidad imperiosa de implementar nuevas herramientas para identificar a aquellos individuos con mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad en el futuro.

¿Por qué succinato?

El succinato es conocido tradicionalmente por su papel como molécula productora de energía en el ciclo de Krebs (a través de la vía metabólica, es decir, una serie de reacciones químicas que forman parte de la respiración celular de todas las células que utilizan oxígeno). Sin embargo, recientemente se ha demostrado que el succinato también es una molécula clave en la regulación del metabolismo que juega un papel en los procesos de señalización y comunicación fuera de la célula, similar al de las hormonas y otras citoquinas.

En un estudio previo liderado por la Dra. Sonia Fernández-Veledo -Directora del Grupo de Investigación DIAMET en Diabetes y Enfermedades Metabólicas del IISPV y del ‘CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas’ (CIBERDEM) -se observó que los niveles de succinato circulante eran elevado en personas con enfermedades cardiometabólicas e inflamatorias, como obesidad y diabetes tipo 2.

Este grupo también demostró que los niveles de succinato estaban relacionados con una mayor abundancia de bacterias en la microbiota intestinal que producen esta molécula como producto de su metabolismo. Otros estudios han encontrado que el succinato activa el tejido adiposo pardo, un tipo de grasa que se asocia con una mejor salud cardiovascular. Por todas estas razones, la participación del succinato en el metabolismo y su relación con la salud y la enfermedad han dado lugar a un aumento exponencial del interés académico por esta molécula.

Riesgo cardiovascular en adultos jóvenes

En el estudio liderado por la UGR, se midieron los niveles de succinato circulante en plasma en un total de 100 jóvenes de entre 18 y 25 años. Se analizó su composición corporal, patrones de ingesta nutricional, volumen de tejido adiposo pardo y niveles de actividad general, junto con la composición de su microbiota intestinal. Además, se midieron sus niveles de oxilipinas circulantes (moléculas derivadas de los ácidos grasos omega-3 y omega-6), ya que estas juegan un papel muy importante en los procesos antiinflamatorios y proinflamatorios, respectivamente.

El estudio no detectó ningún vínculo entre los niveles de succinato y el nivel de actividad del individuo, el volumen de tejido adiposo pardo o la composición de su microbiota intestinal. Sin embargo, los niveles de succinato se asociaron positivamente con marcadores de riesgo cardiometabólico, como aumento del tejido adiposo visceral, presión arterial diastólica, niveles de triglicéridos y niveles de proteína C reactiva, un importante marcador inflamatorio. Los individuos que presentaban niveles más altos de succinato también tenían niveles más altos de oxilipinas omega-6 en la sangre, que se asocian con la fisiopatología de la obesidad y una peor salud cardiovascular.

Implicaciones clínicas del estudio

El estudio muestra que el succinato es un biomarcador relacionado con factores de riesgo cardiovascular en adultos jóvenes. A nivel clínico, medir los niveles de succinato podría servir como una herramienta para la identificación temprana de individuos jóvenes que tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en el futuro. Los investigadores señalan que se necesitan estudios adicionales para confirmar que los niveles circulantes de succinato reflejan verdaderamente el estado cardiovascular de los individuos y para validar su utilidad como un marcador potencial de riesgo cardiovascular entre las poblaciones de adultos jóvenes. El estudio del succinato constituye, por tanto, una prometedora línea de investigación para el desarrollo de nuevos tratamientos en la lucha contra la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Fuente: https://www.miragenews.com

Referencia: Osuna-Prieto FJ, Martinez-Tellez B, Ortiz-Alvarez L, et al. Elevated plasma succinate levels are linked to higher cardiovascular disease risk factors in young adults. Cardiovasc Diabetol. 20(1):151.