NUEVAS DIRECTRICES ACTUALIZAN A LOS MÉDICOS EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD INFANTIL

Una comisión designada por la Endocrine Society ha emitido directrices de práctica clínica para la evaluación, el tratamiento y, tal vez lo más importante, la prevención de la obesidad en la infancia y la adolescencia, a fin de actualizar las recomendaciones previas publicadas hace varios años.

espejo“La obesidad pediátrica continúa siendo un problema de salud internacional persistente y serio que afecta a 17% de los pacientes en edad pediátrica (niños y adolescentes) estadounidenses, poniendo en riesgo la salud y la longevidad durante la edad adulta”, puntualizan el Dr. Dennis Styne, de la Universidad de California, en Sacramento, Estados Unidos, y sus colaboradores, en las nuevas directrices publicadas en la versión electrónica del 31 de enero en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, las cuales fueron formuladas de manera conjunta por la European Society of Endocrinology y la Pediatric Endocrine Society.

“Desde la publicación de las directrices originales, hace ocho años, se han añadido 1778 citas bibliográficas a PubMed en relación con la obesidad pediátrica, y hemos incorporado los datos más relevantes de éstas para actualizar y mejorar el texto original”, manifestó el Dr. Styne.

La buena noticia es que, como lo informó previamente Medscape Noticias Médicas, las tasas de obesidad infantil al parecer se han estabilizado en los últimos años.

Por otro lado, la noticia no tan buena es que los miembros de la comisión se vieron obligados a añadir nuevas definiciones de “obesidad extrema”, un grupo cuya prevalencia lamentablemente sigue aumentando.

Los preescolares de 2 años de edad se consideran extremadamente obesos si tienen un índice de masa corporal (IMC) de ≥120% del percentil 95 o ≥35 kg/m2, de acuerdo a su grupo étnico.

Un niño o adolescente que por su IMC se encuentra en el percentil ≥85 pero debajo del percentil 95 para edad y género, se considera con sobrepeso, en tanto que aquél con un IMC ubicado en el percentil ≥95 para edad y género se considera obeso. Los lactantes menores de 2 años se consideran obesos si su peso específico de acuerdo al género para la longitud en decúbito está en el percentil ≥97,7 de las gráficas de la Organización Mundial de la Salud, señalan los miembros de la comisión.

Evaluación de trastornos concomitantes en niños con obesidad

Los miembros de la comisión recomiendan que los médicos valoren sistemáticamente a los niños y adolescentes una vez que alcancen un IMC igual o mayor al percentil 85, para los trastornos concomitantes comunes relacionados con la obesidad, tales como prediabetes o diabetes manifiesta, dislipidemia, e hipertensión.

Por otra parte, aconsejan no utilizar análisis de laboratorio sistemáticos para tratar de identificar las pocas causas endocrinas infrecuentes que originan obesidad en la edad pediátrica, a menos que las manifestaciones clínicas lo justifiquen.

Asimismo, en el caso de los factores genéticos que favorecen la obesidad, tanto infantil como adolescente, recomiendan que las pruebas genéticas se limiten a los niños con obesidad de inicio temprano; un antecedente familiar de obesidad extrema; o hiperfagia, un apetito anormalmente intensificado.

Al igual que para las directrices previas, los miembros de la comisión resaltan la importancia de la prevención de la obesidad, argumentando que: “Es difícil lograr resultados perdurables efectivos con la modificación del estilo de vida, una vez que se presenta la obesidad”.

La piedra angular de la prevención y el tratamiento de la obesidad es, desde luego, el estilo de vida.

Fuente: http://espanol.medscape.com

Referencia: Styne DM, Arslanian SA, Connor EL, et al. Pediatric Obesity—Assessment, Treatment, and Prevention: An Endocrine Society Clinical Practice Guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2017. jc.2016-2573. doi: 10.1210/jc.2016-2573. Publicado en versión electrónica el 31 de enero de 2017.