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Suena como una solución simple para un problema complicado: averigüe qué  tipo de obesidad tiene con base en una prueba genética de saliva única. Entonces, usted y su médico pueden tener una mejor idea de si es más probable que los medicamentos contra la obesidad u otros tratamientos funcionen para usted. 

El objetivo de crear los tipos y la prueba de obesidad es aumentar las posibilidades de que pierda peso y mejore su salud y bienestar, en lugar de un enfoque de estrategia única para todos. Es lo que los investigadores de Clínica Mayo tenían en mente cuando crearon cuatro fenotipos de obesidad.  Los expertos en obesidad que no están afiliados a la investigación tienen algunas preocupaciones y dicen que se necesitan estudios independientes para verificar el potencial de esta estrategia.

Esta investigación podría ayudar a predecir quién responderá mejor a los populares medicamentos contra la obesidad, dijo Andrés Acosta, MD, PhD, cofundador de Phenomix Sciences, la compañía detrás de las pruebas. Estos medicamentos incluyen la clase de medicamentos llamados agonistas del receptor del péptido similar al glucagón (GLP-1), como la liraglutida (Saxenda, Victoza) y la semaglutida (Ozempic, Wegovy). “Sabemos que no todos los que toman un GLP-1 responderán. En realidad, alrededor de un tercio de los pacientes no les va bien con los GLP-1”, dijo Acosta, profesor asistente de medicina e investigador en la División de Gastroenterología y Hepatología en la Clínica Mayo en Rochester, MN.

El más avanzado en desarrollo es la prueba “My Phenome Hungry Gut” para predecir la respuesta de GLP-1. Las personas en este grupo de intestino hambriento tienden a vaciar el estómago más rápido después de una comida y es más probable que vuelvan a sentir hambre poco tiempo después, como se explica en el sitio web de la compañía. Un estudio piloto para probar qué tan bien funciona comenzó en abril en tres prácticas de atención primaria. Los planes son ampliar las pruebas del mundo real para este y otros tipos de obesidad a finales de este año.

Las otras categorías de obesidad son:

“Cerebro hambriento”, donde el cerebro no reconoce las señales de que el estómago está lleno

“Hambre emocional”, donde los antojos de comer son impulsados ​​por emociones, ansiedad y sentimientos negativos.

“Quemadores lentos”, donde las personas tienen un metabolismo lento y un bajo nivel de energía

Es más probable que las personas en estas categorías se beneficien de otras estrategias de control de la obesidad, como cambios en su dieta o la colocación de un  balón intragástrico.

Algunas cosas a considerar

Si bien aplauden sus esfuerzos por ser más precisos en el tratamiento de personas con obesidad, no todos los expertos están convencidos de que esta prueba de saliva sea la respuesta. La investigación de la empresa puede parecer prometedora, pero se justifica la verificación de los resultados. “¿Podemos obtener mejores resultados con cosas como esta? Bueno, esa es la esperanza”, dijo Jaime Almandoz, MD, director médico de Weight Wellness en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas. “Todavía no tenemos ensayos aleatorios en los que analicemos el fenotipo de la obesidad”, dijo Almandoz, quien también es vocero de The Obesity Society, un grupo profesional de médicos, investigadores, educadores y otros que se enfocan en la ciencia de la obesidad, su tratamiento y prevención.

Siempre hay preocupación cuando se desarrolla una prueba de diagnóstico para uso comercial, dijo Daniel Bessesen, MD, profesor de medicina, endocrinología, metabolismo y diabetes en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado en Denver. “Lo que están hablando de hacer es muy importante. Pero esta es una empresa. Esta es una empresa que, creo, está vendiendo un producto”. En una búsqueda en línea, Bessesen no encontró ningún estudio externo que mostrara qué tan bien funcionó la prueba de saliva. Pero refiriéndose al trabajo de Acosta y Michael Camilleri, MD, el otro cofundador de Phenomix, dijo: “Encontré algunos artículos que hicieron que no había leído antes y que son buenos”. “Estos muchachos son inteligentes. Y han trabajado mucho en [el movimiento de los alimentos a través del intestino] y cómo eso se correlaciona con la obesidad y la respuesta a algunas terapias”, dijo Bessesen, quien también es vocero de The Obesity Society. “Así que su trabajo científico se alinea con esta área”.

La validación de cualquier investigación es importante porque la industria de la obesidad ha sido conocida por muchas estrategias para perder peso rápidamente, algunas con poca o ninguna ciencia detrás de ellas, dijo. También es esencial, dijo, porque “siempre que haga algo comercial en el área de la obesidad, debe reconocer que las personas con obesidad son una población vulnerable. Estas personas enfrentan estigma y prejuicios todo el tiempo”.

Eliminando el estigma

Si conocer su tipo de obesidad termina marcando la diferencia, podría cambiar la conversación que las personas tienen con su proveedor médico, dijo Acosta. También podría ayudar a eliminar parte del estigma en torno a la obesidad. “Vamos a cambiar la conversación porque ahora podemos decir: ‘Oye, tienes obesidad porque tienes el fenotipo “intestino hambriento”. Y debido a eso, vas a responder a este medicamento”, dijo Acosta. El fenotipado sugiere una fuerte tendencia genética, una base biológica para la obesidad. “Así que no es solo una forma de quitarse la culpa, sino que también es una forma de explicar que hay una razón por la que tienes obesidad”, dijo Acosta. Le dice a la gente: “No eres un fracaso”.

¿Tratamiento más rentable?

Centrarse en el tratamiento de la obesidad también podría ahorrar en los costos generales de atención de la salud, dijo Almandoz. Calculó un costo de $1.400 por mes “para siempre para semaglutida” o por lo menos $1.400 por mes para una prueba de 3 meses para ver si este medicamento funciona en una persona en particular con obesidad. “Eso es mucho dinero cuando se extrapola sobre la cantidad de personas que probablemente cumplan con los criterios para el tratamiento”, dijo. Un total del 42% de los estadounidenses cumplen con la definición de obesidad de los CDC.  “Se puede imaginar el costo potencial si brindáramos terapias contra la obesidad a todos y usáramos la clase de medicamento más efectiva, que es más de mil dólares por mes, indefinidamente”, dijo Almandoz. “No es que no debamos tratar a todos. Ese no es el mensaje que estoy diciendo. Pero si estamos analizando el rendimiento o el valor en términos del tratamiento de la obesidad en un entorno con recursos limitados, puede ser mejor comenzar con quién es más probable que se beneficie”.

Cómo crearon cuatro tipos de obesidad

A partir de 2015, Acosta y sus colegas comenzaron a comparar las pruebas en personas con peso normal frente a las con obesidad. Al principio, utilizaron inteligencia artificial y aprendizaje automático para clasificar la obesidad en 11 tipos. Se dieron cuenta de que muchos tipos de obesidad no eran prácticos para los médicos y las personas con obesidad, por lo que los combinaron en cuatro fenotipos. “Al aprendizaje automático de IA le siguió, como me gusta llamarlo, HI, o inteligencia humana”, dijo. La prueba de saliva verifica alrededor de 6.000 SNP genéticos relevantes. Los SNP son “polimorfismos de un solo nucleótido” o cambios en los genes. Seis mil cambios genéticos pueden sonar como un gran número para verificar hasta que se entera de que las personas caminan con entre 5 y 6 millones de SNP en su ADN. Los resultados se traducen en una puntuación que arroja un riesgo bajo o alto de Intestino hambriento u otros tipos de obesidad. “Puedes tener las seis mil mutaciones genéticas, o puedes tener cero”, dijo Acosta.

Avanzando

Después del lanzamiento preliminar de la prueba Hungry Gut en abril, Phenomix planea continuar estudiando su prueba de saliva en otros tipos de obesidad.  Acosta no tiene conocimiento de ningún competidor directo de Phenomix, aunque eso podría cambiar. “Creo que somos la única empresa de diagnóstico en el espacio en este momento. Pero si realmente es un mercado de $ 14.800 millones, vamos a ver muchas empresas de diagnóstico tratando de hacer lo que estamos haciendo, si tenemos éxito,” él dijo. Un informe de octubre de 2022  de Polaris Market Research estima que el mercado global para el tratamiento de la obesidad (medicamentos, cirugía y todos los demás) fue de aproximadamente $14 mil millones en el 2021. El mismo informe predice que el mercado crecerá a $32 mil millones para el 2030.

Fuente: https://www.medscape.com (26-05-23)