UNA MISTERIOSA HORMONA HACE QUE LA INSULINA FUNCIONE MEJOR

Hace que los animales quieran comer menos y se encuentra en niveles 100 veces mayores en mujeres embarazadas. Un nuevo estudio de la Universidad de Copenhague también informa que hace que la insulina funcione mejor en roedores. Si bien su papel en nuestros cuerpos sigue siendo un misterio.

Más de 500 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes. Aproximadamente 2.600 millones tienen sobrepeso. Algo que ambos grupos tienen en común es que la hormona insulina no funciona tan bien en ellos como en las personas sanas y con un peso normal. Como tal, los investigadores han estado ansiosos durante mucho tiempo por comprender mejor los procesos que afectan la función de la insulina en nuestro cuerpo para poder desarrollar nuevos medicamentos y tipos de tratamientos.

En un nuevo estudio, investigadores del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes (NEXS) de la Universidad de Copenhague estudiaron cómo el factor de diferenciación de crecimiento 15 (GDF15) afecta la sensibilidad a la insulina en roedores. Los investigadores fueron los primeros en descubrir que el GDF15 en realidad mejora la sensibilidad en ratones y ratas, haciéndolos más aptos para regular el azúcar en sangre y absorber energía en los músculos. El resultado, publicado ahora en la reconocida revista científica Cell Metabolism, aumenta nuestra comprensión general del GDF15. “La mayor sensibilidad a la insulina es un indicador importante de la salud y es fundamental para evitar la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. El hecho de que ahora podamos demostrar un efecto beneficioso del GDF15 en roedores plantea perspectivas interesantes”, explica el profesor Erik Richter, el autor principal del estudio.  

Las ratas gordas pierden peso, las delgadas se benefician de una mejor acción de la insulina

Entre otras cosas, estudios anteriores demostraron que la hormona hacía que los roedores obesos perdieran peso porque la hormona actúa como un supresor del apetito. En este estudio, los investigadores querían ver si los roedores delgados se beneficiaban al recibir la hormona GDF15, aunque no perdieran peso. Los experimentos demostraron que una dosis baja de GDF15 cada dos días, repartida en tres ocasiones, mejoraba la acción de la insulina.

“Debido a que se necesitan dosis bastante altas de GDF15 para frenar el apetito, nuestros roedores delgados no perdieron peso con las dosis bajas que les dimos. Sin embargo, su sensibilidad a la insulina mejoró. Resultó que era principalmente su hígado y tejido graso los que aumentó la sensibilidad a la insulina, y no la de los músculos, como habíamos previsto”, afirma Richter. La alta sensibilidad a la insulina es un buen indicador de salud porque una sensibilidad reducida a la insulina (llamada resistencia a la insulina) tensa la secreción de insulina en el páncreas y puede provocar la aparición de diabetes tipo 2, entre otras cosas.

La capacidad de la hormona para actuar como supresor del apetito también se ha probado en humanos, pero sin resultados tan positivos, ya que las náuseas fueron un efecto secundario. Sin embargo, también se observan náuseas con otras formulaciones supresoras del apetito. Queda por estudiar si GDF15 también aumenta la sensibilidad a la insulina en humanos.

Muchos efectos extraños en el cuerpo

La hormona del estrés GDF15 no es desconocida entre los científicos, ya que se secreta en una gama muy diversa de estados fisiológicos. Por ejemplo, las concentraciones de GDF15 aumentan durante la actividad física, con el envejecimiento y en personas con sobrepeso o que luchan contra enfermedades graves como cáncer o enfermedades cardíacas. En las mujeres embarazadas, los niveles de la hormona se elevan 100 veces por encima de lo normal. Cuanto mejor es la condición física de una persona, más bajos son sus niveles de GDF15 en el torrente sanguíneo en reposo.

Uno podría verse tentado a considerar el GDF15 como un biomarcador inverso de la salud general: cuanto más bajo sea el GDF15 en reposo, mejor. Pero como ocurre con todas las demás condiciones fisiológicas en las que esta misteriosa hormona está involucrada de alguna manera, los investigadores aún no saben exactamente qué papel desempeña el GDF15. “La hormona se destaca porque se secreta en muchas situaciones diferentes sin que entendamos completamente por qué y cuál es su efecto. Por un lado, podemos ver que mejora la sensibilidad a la insulina en ratones, lo cual es un efecto fisiológico positivo. Pero por el otro “Al mismo tiempo, es una hormona que aumenta bajo diferentes tipos de estrés. La forma exacta en la que todo esto está relacionado es algo que debemos investigar más a fondo”, concluye Erik Richter.

Fuente: https://www.eurekalert.org

Referencia: Sjøberg KA, Sigvardsen CM, Alvarado-Diaz A, et al. GDF15 increases insulin action in the liver and adipose tissue via a β-adrenergic receptor-mediated mechanism. Cell Metab. 2023 Aug 8;35(8):1327-1340.