Estas bebidas se popularizaron en Estados Unidos en la década de los 60 y cada día más personas los incorporan en su dieta con el fin de mejorar su salud.

Los smoothies nacen bajo la idea de que mediante la ingesta de un concentrado líquido se pueda extraer los mejor de los alimentos con los que se realiza. Este concepto se popularizó en California en la década de los 60 junto con el boom de los gimnasios y el interés por llevar una vida más sana. Un smoothie está hecho en base a un concentrado de frutas, verduras o incluso pescado, y una parte líquida que puede ser leche, jugos de frutas recién exprimidos, té verde, yogurt o agua. A esto se le puede agregar granola o avena.

La ventaja de un smoothie es que no tiene ningún aditivo, por lo tanto es una excelente alternativa para alimentarse bien. Esto tiene que ver con que estos concentrados deben hacerse en el minuto en que van a ser bebidos. Al no pasar por ningún proceso de elaboración industrial, lo smoothies no pierden sus vitaminas y minerales.

En Estados Unidos, los smoothies son avalados por organizaciones médicas tales como la U.S Dietary Guidelines, ya que estas bebidas tienen altas dosis de proteínas, nutrientes y vitaminas beneficiosas para el organismo, lo cual permite que sean una gran fuente de energía.